Música para Estudiar: 3 Horas de Melodías para Concentrarte y Potenciar tus Neuronas

Continuando con nuestra innovadora sección de musicoterapia, y tras otras fascinantes entregas como las de «Música para Dormir» y «Música Relajante», hoy te traigo una fantástica selección de música para estudiar con las mejores melodías para concentrarse. ¿Te gustaría potenciar al máximo tus neuronas para aprenderte más fácilmente aquello que te estés estudiando? Si es así, sin duda estás en el lugar adecuado.

¿La música ayuda a estudiar?

En general, la música tiene beneficios muy importantes para el cerebro. Por ejemplo, algunos estudios señalan que aprender a tocar un instrumento en la infancia mejora el rendimiento cognitivo en diversos aspectos, y se ha demostrado que compensa la pérdida cognitiva propia del envejecimiento. Por su parte, otras investigaciones recientes demostraron que escuchar música mejora el bienestar mental y aumenta la salud física, ya que genera en nuestro cerebro miles de conexiones neuronales, que despiertan no solo nuestro intelecto sino también nuestras emociones.

Neuronas

En cuanto al estudio, hay quienes opinan que escuchar música mientras se trabaja o estudia es un hábito negativo, debido a que puede convertirse en un factor de distracción. Otros, en cambio, consideran que tiene grandes beneficios en relación con la concentración y el rendimiento. Veamos a continuación las posibles razones que apoyan tanto una teoría como otra.

Ventajas de estudiar con música

Algunos estudios aseguran que la música estimula zonas del lóbulo prefrontal del cerebro que están relacionadas con la atención, la concentración y la satisfacción, elevándose nuestras habilidades matemáticas y de lenguaje. Por tanto, cuando se estudia con música, uno se concentra más, siente que la información fluye más rápido y que los problemas se resuelven con mayor facilidad. Se dice también que realizar tareas monótonas llega a ser más productivo si se acompaña de música, ya que esta libera dopamina en nuestros cerebros, lo que afecta al humor y ayuda a no buscar distracciones.

Partes del cerebro

Por otro lado, la música puede ayudarte a combatir el estrés previo a los exámenes, lo que favorece la relajación y la retención de información. Además, promueve que tu cerebro se mantenga en alerta y controles el sueño, y se dice que también facilita el dominio de un nuevo idioma.

Chico estudiando

En definitiva, disfrutar y/o componer música puede influir positivamente en cuatro áreas:

  • Afectivo-emocional: disminuye la tensión, la agresividad y la ansiedad, aumenta la tolerancia a la frustración, incrementa el sentimiento de seguridad y la salud emocional, facilita la expresión de sentimientos, potencia las respuestas emocionales apropiadas al contexto, y mejora la autoestima.
  • Comunicación: incrementa nuestra capacidad de expresión y la creatividad, ayuda a expresar la sensibilidad, y facilita la iniciación y el mantenimiento de conversaciones en torno a temas relacionados con ella.
  • Social: aumenta en gran medida la conciencia social, la pertenencia al grupo y la cooperación, disminuyendo las conductas inadecuadas y potenciando la reafirmación de la personalidad.
  • Cognitiva: incrementa la atención, el aprendizaje y la memoria, estimula la imaginación y la creatividad, desarrolla la capacidad de orden, de abstracción y de análisis, actúa como refuerzo y motivación en tareas académicas, ayuda a combatir el cansancio y el aburrimiento, y favorece la concentración y la relajación.

Desventajas de estudiar con música

Normalmente, el ritmo de la canción y los latidos del corazón se sincronizan, por lo que, si la canción es demasiado animada, no va a ser fácil relajarse, y estudiar se vuelve más difícil. Además, si se escucha una canción con letra, es probable que las personas se concentren más en ella que en lo que están estudiando, es decir, te conviertes en una persona multitarea y pierdes concentración, ya que el cerebro entra en conflicto. Por su parte, hay quienes afirman que, al fin y al cabo, la música no deja de ser un ruido, y todo ruido provoca una alteración en el cerebro que puede afectar tu productividad.

Ritmo de la música y latidos del corazón

Por otro lado, la mayoría de las personas que escuchan música lo hacen a través de dispositivos electrónicos (reproductores, dispositivos móviles, etc.), y al tener tanta información musical en nuestro dispositivo, perdemos una gran cantidad de tiempo seleccionando aquellas canciones que nos gustan. Además, hay que tener en cuenta que, a la hora de estudiar, utilizamos la memoria, que se fundamenta principalmente en tres pilares: lectura, atención y fijación. Por consiguiente, si estudiamos escuchando música, nuestro estudio se vuelve mucho más superficial.

Hombre con teléfono móvil

Qué música elegir para estudiar

Si finalmente nos hemos decidido por utilizar música mientras estudiamos, hemos de tener claro que no todas las composiciones son igual de recomendables. Sí que es cierto que hay personas que son más capaces que otras de abstraerse de lo que hay a su alrededor para, por ejemplo, leer un libro mientras se está en el autobús o en el metro, pero aquí lo que buscamos es que la música nos ayude.

Chica rubia estudiando en el autobús

Por tanto, aquí te compartimos algunas recomendaciones que consideramos que te pueden ayudar a elegir la mejor música para estudiar y concentrarte mejor.

1. Tipo de Música

Por descontado que la música demasiado estridente (el rock, el heavy metal, el punk rock, etc.) no favorece en absoluto el estudio. Al contrario, ésta debe ser tranquila y armoniosa, de manera que te aporte serenidad y facilite tu aprendizaje y concentración. A este respecto, la música barroca y la música clásica son de las mejores opciones de música para estudiar.

Mozart Brain Power

Por ejemplo, se dice que la música de Mozart (aquí tienes un artículo con las mejores obras de Mozart) mejora el rendimiento mental (lo llaman el «efecto Mozart»). En cualquier caso, también tenemos opciones más actuales, como la música new age o chill out (que tienen un efecto parecido), y en Spotify hay playlists enfocadas a este tipo de actividades.

2. Volumen bajo

Hay que tener en cuenta que la música es, en todo caso, un acompañamiento que puede ayudarnos a potenciar determinadas habilidades, pero que en ningún caso debe convertirse en protagonista ni, por tanto, en el centro de atención.

Regulador de volumen

Para ello, es recomendable escucha la música con un volumen moderado (tirando a bajo), pues el protagonista aquí no debe ser otro que el estudio.

3. Tenlo todo listo

De nada sirve tener la iniciativa de potenciar nuestro estudio con la mejor música del mundo destinada a tal efecto, si cada dos por tres tenemos que pararnos para hacer alguna labor relacionada con la música que estamos escuchando. Es por ello que lo mejor es crear una lista de reproducción con todos nuestros temas favoritos, y hacerlo por adelantado para no tener que buscar canciones nuevas cada poco tiempo.

Libro con bolígrafo encima

Además, la reproducción debe ser continua (sería contraproducente tener que ir dándole cada vez al «play» para reproducir la siguiente canción) y de larga duración (a ser posible, como mínimo tanto como el tiempo que estemos estudiando).

4. Sin distracciones

Recomendamos encarecidamente no escuchar música de la radio, a no ser que sean compilaciones largas de música sin anuncios, ya que la interlocución de los presentadores y los propios anuncios puede hacernos perder concentración y, por consiguiente, el hilo de lo que estemos estudiando en ese momento.

Locutor de radio

En el caso de, por ejemplo, estar escuchando una compilación de Youtube, lo más recomendable sería que ésta tampoco tuviera anuncios (mejor un solo vídeo largo con varias canciones y sin anuncios, que una lista de reproducción con varios vídeos donde alguno puede que nos sorprenda con algún anuncio).

5. Otras alternativas

Algunas personas recomiendan también escuchar música ambiental, que es más moderna que la clásica y cuyo efecto es similar. Por su parte, otras se encuentran cómodas estudiando con sonidos de la naturaleza o de animales, que no es exactamente música pero es relajante (aunque no hay que abusar de estos géneros, ya que pueden provocarnos estrés y nerviosismo al aumentar nuestro nivel de alerta).

Naturaleza

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