Los Consejos: Definición, Tipos y Recomendaciones Varias y Consejos de Vida

En este fantástico artículo, conoceremos en detalle lo que es en sí un consejo, los tipos de consejos existentes, cómo dar un buen consejo, aquellos consejos que debemos evitar recibir y, por último, consejos de vida. Por cierto, si quieres saber más, te invitamos a conocer nuestra fantástica sección de consejos.

¿Qué es un Consejo?

Un consejo se refiere a la opinión, parecer o consulta que se expresa o recibe a fin de llevar a cabo una acción. La palabra en sí deriva del latín «consilium», que significa “consulta” o “deliberación”. Como sinónimos se pueden emplear los términos advertencia, opinión, observación, asesoramiento, aviso, comisión o junta.

Consejos

Un consejo se solicita cuando se necesita ayuda para llevar a cabo u orientar una determinada acción, conducta o decisión que puede ser tanto de tipo personal como, académica o laboral.

Chica sentada en el suelo reflexionando

Los consejos en general, en especial los que se reciben, deben ser evaluados a fin determinar cuáles son los beneficios o inconvenientes que pueden acarrear si se llevan a cabo, ya que no siempre el mejor consejo es el que aparenta ser. Asimismo, se debe tomar en consideración de quién viene tal recomendación (si realmente provienen de alguien que es nuestro amigo o amiga) y cuál puede ser su intención.

Un hombre aconsejando a otro

Por otra parte (aunque no en el ámbito en el que nos encontramos), también se conoce como «consejos» a las organizaciones administrativas que se forman con la finalidad de discutir diversos asuntos como vecinales, de asesoramiento legal, consultoría, etc.

Junta de vecinos en la serie "La que se avecina"

Tipos de Consejos

En realidad, podemos dar o recibir consejos o tips sobre cualquier asunto o tema (vencer la timidez, despertar el alma y sacudir tu vida, mejorar y subir la autoestima, solucionar problemas de pareja, mejorar la memoria, ser mejor persona, ser un buen padre o ser una buena madre, etc.), y pueden provenir tanto de un viejo sabio como de la persona de la que menos te lo esperas (y en este último caso quizás también deban tenerse en cuenta, sobre todo si son cortos y gratis).

Consejos

En cualquier caso, en líneas generales los tipos de consejos más extendidos son los siguientes:

  • Personales: psicología y psicológicos en general, relaciones personales (olvidar un amor, tener un buen matrimonio o una buena relación de pareja, para parejas con problemas, etc.), auto-ayuda (motivacionales, de superación personal, para ser más positivos, para salir adelante, etc.), recomendaciones a los padres y madres sobre la educación de sus hijos o sobre la familia en general, superación de determinadas situaciones traumáticas, tener éxito en la vida, vivir mejor, para personas altamente sensibles, de un padre a un hijo, para una persona triste (como puede ser una amiga o un amigo que necesita ayuda), de buena presentación personal, de organización, etc.
  • Salud: tips prácticos para llevar una vida sana y gozar de una buena salud en general, como por ejemplo experiencias con hierbas medicinales, prácticas deportivas saludables, recomendaciones para mantener un cuerpo sano y una mente equilibrada, enfocados a cuidar la salud de tu cerebro, para cuidar la salud de los niños, para la mujer y el hombre, etc.
  • Académicos: relativos al mundo académico, por ejemplo para ayudarnos con nuestro sistema de estudio, a decidir sobre qué rumbo tomar (qué especialidad escoger), etc.
  • Laborales: relativos al ámbito laboral, como puede ser para ayudarnos a decidir sobre si cambiar o no de trabajo, aceptar una determinada oferta, resolver determinados problemas (como el conocido «mobbing»), tener éxito en los negocios, ser un buen líder, hacernos millonarios, etc.
  • Religiosos: no perder la fe, ser un buen matrimonio cristiano, consejos cristianos evangélicos para jóvenes y matrimoniales en general, relativos a salmos (como el conocido salmo 37), etc.
  • Populares: como pueden ser los refranes y dichos populares, consejos de un árbol, o incluso los consejos del viejo vizcacha.

¿Cómo dar un Buen Consejo?

Evidentemente, lo que puede ser catalogado como un «buen consejo» es bastante subjetivo, y todo dependerá del resultado de aquello que recomendamos. De hecho, un mismo consejo en circunstancias distintas, puede tener consecuencias bastante diferentes en un caso u otro.

Cómo dar un buen consejo

Ser consejero puede ser algo muy gratificante (sobre todo cuando las cosas salen bien), pero como consejo general te diríamos que aprendieras a dosificar bien tu información. Recuerda que con un consejo compartes experiencia. No es obligatorio ni darlo ni recibirlo, y tú decides al final quién merece tu experiencia y quién no. En cualquier caso, a continuación mostramos algunos tips y directrices que pueden ayudar a la hora de aconsejar a alguien.

1. Espera al mejor momento

A veces, es casi un impulso incontrolable que nos salga nuestra vena de «madre regañona», y nada más la persona empieza a hablar ya estamos “pues deberías hacer esto», «deberías hacer lo otro», etc. No obstante, es muy posible que todavía no haya llegado el momento de decir nada, sino que es mejor dejar primero que la otra persona se exprese. Es decir, primero hay que recopilar toda la información y, cuando ya lo hayas hecho, entonces podrás empezar a aconsejar.

Reloj de arena

2. No impongas

A no ser que estéis en un cuartel y seas un oficial superior, hay que tener en cuenta que un consejo no es una orden. Es decir, en ningún momento estás obligado a darlo y, por supuesto, en ningún momento la otra persona está obligada a seguirlo. Sé asertivo, y ten siempre presente que la última decisión siempre será de la otra persona. Por ejemplo, puedes terminar tu consejo indicando que “esto es lo que yo pienso, pero ahora eres tú quien decide”. Además, recuerda que estamos hablando del problema del otro (no del tuyo), y es él y no tú quien debe resolverlo.

Dedo de la mano apuntando

3. No juzgues

Cuando una persona te esté hablando de algún problema o una situación, lo primero que debes hacer es escuchar. No debes juzgar (y mucho menos a la cara), y tampoco debemos dejarnos llevar por nuestras opiniones sobre el tema en cuestión. En resumen, no juzgues, sino más bien evalúa.

Mujer con un dibujo de una balanza detrás

4. Honestidad

A pesar de que siempre tengamos las mejores intenciones si queremos dar un buen consejo, a veces es mejor admitir que no sabemos nada sobre el tema en cuestión, y que no tenemos tiempo para investigar sobre él. Es decir, hay que ser humilde y honesto, y no ir «de sobrado» cuando no se controla el tema.

Hombre con la mano derecha en el pecho

5. Preguntar antes

Antes de darlo de forma «gratuita», es recomendable preguntar si dicha persona quiere un consejo, pues hasta incluso puede sentirse ofendida si se lo damos y no es eso lo que realmente necesita. En caso de que lo acepte, no empieces con un imperativo, sino que es mejor aplicar la fórmula del “yo que tú …” o “si estuviera en tu situación …”.

Mano levantada

6. Escucha con atención

Dibuja su historia en tu mente, y quédate con cuantos más detalles mejor. Acuérdate de las “6 W” de cualquier suceso (qué, quién, cuándo, cómo, dónde y por qué), y pregunta todo lo que necesites saber para llegar a una conclusión lo más acertada posible.

Mujer escuchando con atención a otra

7. Empatía

Ponte en su lugar (ten empatía). Trata de captar cómo se siente la otra persona con lo que te está contando, e imagínate en esa misma situación y comprende cómo te sentirías en ese caso. Intenta que, cuando esa persona termine de hablar, tu expresión sea la de “comprendo tu situación”.

Empatía

8. Cabeza fría

Las emociones están muy bien (nos hacen humanos), pero no debemos olvidar que un problema se resuelve mejor con la cabeza fría. Tranquiliza a la otra persona, y que empiece a hablar de los recursos que tiene para poder resolver el problema. Así, una vez que se haya desahogado, podrás preguntarle sobre lo que quiere hacer. Además, no hables de una, sino de todas las posibilidades y recursos que tiene sobre la mesa (dale toda la información que puedas darle en ese momento).

Mujer de color relajándose

9. Evalúa los riesgos

En la medida de lo posible (y esto está relacionado con la honestidad que veíamos antes), es recomendable indicarle a la otra persona los riesgos que podrían conllevar el seguir esos consejos que estás dando (en caso de tenerlos, claro).

Evaluar los riesgos

10. Haz un seguimiento

No te quedes en simplemente dar un consejo y despreocuparte de todo por completo, sino que, cuando haya pasado un tiempo prudente, pregúntale por cómo le ha ido y si realmente consiguió solucionar aquello que le preocupaba.

Lupa siguiendo los pasos de una mujer

Consejos a Evitar

Si bien en el apartado anterior lo veíamos todo desde el punto de vista de la persona que ofrece sus consejos, en éste lo veremos todo desde el punto de vista contrario, es decir, desde el punto de vista de la persona que tiene un problema y se encuentra en la tesitura de poder recibir un consejo o recomendación para poder solucionarlo.

Malos consejos

En tal caso, aunque, de nuevo, todo es bastante subjetivo, podemos identificar una serie de consejos (o, más bien, tipologías de consejos) que, por sus connotaciones, consideramos que se deberían evitar a toda costa, ya que pueden ocasiones más problemas que soluciones. Los veremos en los siguientes apartados.

1. Radicales

Como decía mi abuelo, «en el equilibrio está la virtud», y teniendo en cuenta esta máxima (y que me parece una de las mejores recomendaciones que, a nivel general, se pueden dar hoy en día), consideramos que se debería tener mucho cuidado con aquellos consejos extremistas o radicales cuyas implicaciones puedan suponer un antes y un después en nuestras vidas.

Equilibrio

Ojo, no decimos que, en determinadas situaciones, no podamos tomar cartas en el asunto y «jugárnosla», pero sí que no deberíamos tomarnos a la ligera aquellos consejos que sean más trascendentales (por lo menos, reflexionar a conciencia, sopesando bien los pros y los contras), aunque quien nos lo haya dicho sea un gran consejero.

2. Intereses Ocultos

En ocasiones, algunas personas ofrecen sus «servicios» de orientación con algún interés oculto que no tiene nada que ver con intentar ayudar al individuo que recibe el consigue. No se trata, por tanto, de un acto altruista, dando sin recibir nada a cambio, sino que busca en realidad el beneficio propio.

Intereses ocultos

A veces, dicho beneficio va en línea con el beneficio que la otra persona puede conseguir al aplicar dicha recomendación (y, por tanto, se benefician ambos), pero otras veces lo uno no va ligado a lo otro, y hay que tenerlo en cuenta a la hora de decidir si llevar a cabo la sugerencia que nos han hecho o, por el contrario, rechazarla (educadamente, eso sí).

3. Odio

Íntimamente relacionado con el primero de estos apartados, tenemos aquellos consejos que pueden incitar al odio contra una persona o contra un determinado colectivo. Como norma general, consideramos que habría que hacer caso omiso de este tipo de recomendaciones, las cuales buscan (e, incluso, consiguen en algunos casos) generar una serie de sentimientos vejatorios contra determinados individuos.

Odio

Véase, por ejemplo, el caso del bulling o del mobbing (acoso laboral), considerados ambos como una de las grandes epidemias del mundo contemporáneo.

Consejos de Vida

Aunque evidentemente todo depende del ámbito en el que nos encontremos y de las circunstancias correspondientes, en esta sección hemos extraído algunos consejos de diversa índole que nos han parecido de lo más interesantes.

Consejos de vida

¡Y lo prometido es deuda! A continuación, algunos consejos relacionados con la vida en general que te pueden ayudar a tomar buenas decisiones y a sentirte más a gusto y feliz contigo mismo y con el entorno que te rodea.

  • Si no preguntas, la respuesta es siempre «no».
  • Intenta no tener demasiadas expectativas.
  • No le des más vueltas. Estás donde debes estar.
  • No aceptes críticas de personas a las que no pedirías consejo.
  • Puedes creer que puedes o que no puedes. En ambos casos, tienes razón.
  • No dejes que el miedo te pare.
  • Te mereces tus sueños.
  • No dejes que nadie te diga qué puedes o no puedes hacer.
  • Sé miedoso cuando los demás son avariciosos, y avaricioso cuando los demás sean miedosos.
  • Eres lo que crees ser.
  • Lo que tenga que ser, será.
  • No guardes las cosas para usarlas después porque quién sabe qué te depara el futuro.
  • Eres el maestro de tu destino.
  • Las cosas no tienen que ser perfectas para ser maravillosas.
  • No te hagas eso, ya tienes suficiente daño.
  • Ya volverás a recuperar el dinero.
  • Confía en tu instinto.
  • Si creces rodeado de cuervos, te convertirás en un cuervo (elige tu entorno).
  • Si la gente no se ríe de tus sueños es que no son lo suficientemente grandes.
  • Respira. Así evitarás hacer o decir algo de lo que te pudieras arrepentir.
  • No te aproveches de los demás y aférrate a tus valores morales.
  • Siempre sonríeles a tus hijos, para que te recuerden de esa manera.
  • Cuando estás angustiado por algo, pregúntate «¿qué es lo peor que puede pasar?».
  • No sigas consejos sobre cómo criar a tus hijos.
  • Tu trabajo es hacer quedar bien a tu jefe.
  • Saluda a la gente por su nombre. Les encanta.
  • Jamás aceptes un trabajo en el que no vayas a aprender algo.
  • Cuando veas una pelota en plena calle, detén el coche, pues generalmente hay un niño corriendo tras ella.
  • Ten siempre preparado un plan B.
  • Obtienes lo que toleras.
  • Sin salud, no puedes disfrutar de la vida, así que relativiza otros problemas.
  • Intenta aprender tanto de tus errores como de los de los demás.
  • Si tienes una oportunidad, tómala. Si cambia tu vida, deja que lo haga.
  • Deja de culpar a los demás por ser quien eres.
  • Poco a poco (paso a paso).
  • Los comienzos son lo más difícil. Empieza desde abajo y construye.
  • Reconoce lo que vales.
  • Lo que no te mata te hace más fuerte.
  • Siempre se está a una pequeña decisión de una vida completamente diferente.
  • Mejor estar soltero o soltera que desear estarlo.
  • No puedes hacer a todo el mundo feliz, pero puedes hacerte feliz a ti mismo.
  • Antes de amar a alguien, comienza por amarte a ti mismo.
  • No puedes controlar como la gente piensa o actúa, pero puedes controlar cómo reaccionas a su respuesta.
  • Di tu verdad, pero dila con empatía.
  • Eres más fuerte de lo que imaginas.
  • Es mejor pedir disculpas que permiso.
  • No desistas. Arréglalo y continúa tu camino.
  • Si no puedes hacerlo bien, hazlo con cuidado.
  • Carpe Diem.
  • Si no crees en ello, entonces déjalo.
  • No te preocupes por cosas que nunca llegaron a pasar.
  • Está bien cambiar de parecer.
  • No hay decisiones buenas o malas, tan solo decisiones fáciles o complicadas.
  • Si pasar tiempo con tus amigos o pareja no te aporta felicidad, ¿por qué pasas tiempo con ellos?
  • Sé buena persona, sobre todo contigo mismo.
  • Todo es posible. Lo imposible simplemente conlleva más tiempo.
  • Atraes a más moscas con miel que con vinagre.
  • Lo que no es real no dura.
  • Algunas personas ven cómo eres realmente, otras no. El juicio es suyo, y no tiene nada que ver contigo.
  • La energía que desprendes es la que atraes.
  • El problema no es cuánto ganas, sino cuánto gastas.
  • Para cambiar tu futuro debes cambiar quien eres hoy.
  • En la vida no puedes fallar. Ganas o aprendes.
  • No puedes mover montañas de una, pero se pueden mover si vas piedra a piedra.
  • A veces debes cambiar tu perspectiva del problema para encontrar una solución.
  • No te preocupes por aquello que no puedes solucionar. Lo solucionable, soluciónalo.

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