Tras los sensacionales artículos sobre «Harry Potter» y «The Walking Dead» (entre otros), hoy disfrutaremos de un apasionante recorrido por los entresijos de «El Juego del Calamar», una de las miniseries de Netflix más exitosas de los últimos años.
Tabla de contenidos
El Juego del Calamar
Datos
«El Juego del Calamar» es una serie de televisión surcoreana de suspense y drama de supervivencia, estrenada el 17 de septiembre de 2021 en Netflix y que, desde dicho estreno, se convirtió en la serie más vista de la plataforma, con más de 142 millones de espectadores alrededor del mundo.
Fue escrita y dirigida por el director y guionista de origen surcoreano Hwang Dong-hyuk, quien había concebido la idea basándose en sus propias luchas económicas al principio de su vida, así como en la desigualdad económica en Corea del Sur.
La trama se centra en un concurso en el que 456 jugadores, todos de diferentes ámbitos de la vida (pero todos profundamente endeudados), juegan a una serie de misteriosos y enfermizos juegos infantiles de supervivencia mortal (6 en total) para tener la oportunidad de ganar la cantidad máxima de 45000 millones de wones (unos de 33,5 millones de euros). Por cada participante que muere, se añaden 100 millones de wones al bote, incitando el conflicto entre los jugadores.
El juego final, también el que (como no) da título a la serie, es el juego del calamar, llamado así dado que el área en que se juega tiene diferentes formas geométricas (círculo, cuadrado o triángulo) dibujadas en el suelo y que, en su conjunto, parecen formar un calamar. Se trata de un juego muy físico y en el que solo puede haber un único ganador (si un atacante logra atravesar al defensor y entrar en la cabeza del calamar, se proclama vencedor).
Personajes
Como protagonistas principales de la miniserie (todos participantes del juego y con un número asignado) tenemos a:
- Lee Jung-jae («Seong Gi-hun» / «Nº 456»): chófer adicto a los juegos de azar (especialmente a las carreras de caballos), que vive con su madre y que lucha sin éxito por mantener económicamente a su hija, por lo que decide participar en el juego para saldar sus deudas pendientes.
- Park Hae-soo («Cho Sang-woo» / «Nº 218»): jefe de una compañía de valores, que de niño era amigo de Gi-hun, y que logró graduarse en la prestigiosa Universidad Nacional de Seúl, pero que ahora es buscado por la policía debido a los cargos de evasión fiscal, blanqueo de capitales, malversación de fondos de una compañía multimillonaria y pagos de hipotecas atrasadas.
- Yeong-su («Oh Il-nam» / «Nº 001»): entrañable anciano con un tumor cerebral que prefiere jugar al juego en lugar de esperar a morir en el exterior.
- Jung Ho-Yeon («Kang Sae-byeok» / «Nº 067»): desertora norcoreana que decide ingresar en el juego para poder pagarle a un corredor y que éste recupere a los miembros de su familia supervivientes que están atrapados en Corea del Norte.
- Heo Sung-tae («Jang Deok-su» / «Nº 101»): malvado gángster que entra en el juego para saldar sus enormes deudas, especialmente por robarle a los casinos de Filipinas.
- Kim Joo-ryoung («Han Mi-nyeo» / «Nº 212»): mujer extravagante y manipuladora (además de charlatana) que durante todo el juego no duda en emplear todas sus armas disponibles para intentar sobrevivir.
- Anupam Tripathi («Abdul Ali» / «Nº 199»): joven inmigrante pakistaní, que ingresa en el juego para mantener a su joven familia después de que su jefe se negase a pagarle lo que le debía desde hacía varios meses.
Crítica
Para realizar esta crítica, vamos a partir del hecho de que, a grandes rasgos, tampoco es que se nos haya mostrado nada nuevo en la serie. Es decir, «El Juego del Calamar» trata de una especie de juego enfermizo puesto a disposición de unos ricachones con el único objetivo de su sádico disfrute personal, sin importar el número de personas que puedan morir en su empeño de obtener el premio, y satisfaciendo así sus retorcidas necesidades de entretenimiento.
Hasta ahí, lo dicho, nada nuevo. Pero hemos de reconocer que, cuando profundizas un poco más, te das cuenta de los sutiles matices que hacen de esta serie una de las realmente buenas. En cuestión de gustos todo es demasiado subjetivo, así que no entraré en si es la mejor serie de la historia o no (incluso aunque todo parece indicar que será como mínimo la más vista de la historia de Netflix), pero lo que sí diremos es que su capacidad de llegar al espectador es tremendamente efectiva.
Comenzando por los aspectos técnicos, vemos una serie en la que se ha intentado cuidar con mimo hasta el más mínimo detalle, tanto los aspectos visuales como toda la simbología que hay detrás. Por un lado, tenemos a todos los participantes del juego, con uniformes verdes y numerados desde el «001» hasta el «456». Por otro, tenemos a todos los guardias, con uniformes rosas y una careta negra con un símbolo que identifica su rango. En este último caso, parece que nadie conoce a nadie (es más, si te veían la cara, estabas muerto), circunstancia aprovechada por el personaje del policía para inmiscuirse en la organización.
Se establecían, por tanto, dos niveles bien diferenciados: el de los participantes (sin caretas y «desnudos» ante el mundo), y el de todos los demás (con caretas y cuyas identidades reales permanecían ocultas). En este segundo nivel, aparte de a los guardias, teníamos al «front man» y a las llamadas «personas importantes» (las que pagaban por disfrutar del show). Si nos damos cuenta, a pesar de que todos se dirigían a los jugadores por el número que les había sido asignado, nada fuera del juego en sí tenía un rostro. La realidad estaba, pues, en el conjunto de participantes: en sus miedos, en sus dudas, en sus alianzas, en sus traiciones, etc. Todo lo demás se encontraba detrás de una máscara, y solo era un medio para hacer posible dicha realidad y que no tenía verdadera importancia.
En cuanto a las formas (triángulo, cuadrado y círculo) utilizadas en la serie, vemos una cierta analogía entre las formas geométricas utilizadas en el juego del calamar y las que los guardias llevaban en sus caretas. Aquí, aunque la cabeza del calamar es el círculo (quien lo pisaba ganaba el juego) y podríamos considerar que los guardias con un círculo deberían ser los más importantes, parece que su importancia tenía que ver más con el número de esquinas que tuviera la forma de su careta. Los círculos (0 esquinas) son meros trabajadores, los triángulos (3 esquinas) son soldados que van armados y cumplen órdenes, y los cuadrados (4 esquinas) son los gerentes y líderes de cada escuadrón. Simple, curioso y efectivo a la vez.
¡Y vamos ahora con las interpretaciones! En primer lugar, tenemos al antihéroe. El protagonista, «Seong Gi-hun», no deja de ser un pobre perdedor que no hace más que cagarla una y otra vez, pero con el que acabas encariñándote porque ves que, en el fondo, es muy buena persona. De hecho, su empatía le hace acercarse demasiado tanto al anciano («Oh Il-nam») como a la chica mona («Kang Sae-byeok»), y sufre muchísimo cuando les ve morir (aunque, si te das cuenta, en realidad no ve morir al anciano).
En cuanto al amigo y vecino del protagonista, el exitoso universitario y hombre de los negocios venido a menos «Cho Sang-woo», para mí es la mejor interpretación de toda la serie con diferencia. No es que el anterior (el protagonista de la serie) actuara mal, pero sí considero que sobreactúa en algunas escenas, tanto en el dramatismo que le da a algunas (por ejemplo, cuando muere «Sang-woo») como cuando ha tenido que adoptar un semblante impertérrito (al final de la serie, cuando vagabundea por la ciudad). En cambio, la interpretación que Park Hae-soo nos ofrece de «Cho Sang-woo» nos parece verdaderamente sobresaliente, con todos los matices en su justa medida.
Continuando con el resto de interpretaciones masculinas, tanto el anciano «Oh Il-nam» (Yeong-su) como el policía «Hwang Jun-ho» (Wi Ha-joon) y el malo malote «Jang Deok-su» (Heo Sung-tae) están correctos, sin más. Te los crees, y eso es más que suficiente.
Y luego tenemos al trío de chicas de la serie: «Han Mi-nyeo» (Kim Joo-ryoung), «Ji-yeong» (Lee Yoo-mi) y «Kang Sae-byeok» (Jung Ho-Yeon). Aquí podemos observar un gran abanico de personalidades: la chica loca y repelente, la chica simpática con la que te encariñas rápidamente, y la chica pánfila y mona.
La primera, «Han Mi-nyeo», es el típico personaje que o te gusta mucho o lo aborreces. Es una «bicharraca» escandalosa que no deja de dar el follón durante toda la serie (hasta su muerte), y aunque consideramos que sobreactúa bastante, también entendemos que gran parte del público se ha sentido conmovido por el hecho de haber sido traicionada por «Jang Deok-su». A nosotros, sinceramente, nos recuerda muchísimo al personaje de «Leslie Winkle« de la serie «The Big Bang Theory«, al menos en el aspecto físico (y, sino, quítale las gafas a «Leslie» y verás).
En cuanto a la fugaz «Ji-yeong», aquí poco tenemos que decir. Se trata del típico personaje secundario que de primeras te cae bien y que, en cierto modo, intuyes que va a morir muy pronto (y, de hecho, así fue, ya que solo duró unos pocos capítulos).
Por último, tenemos a «Kang Sae-byeok», que mantiene durante toda la serie un semblante altivo y distante de no querer relacionarse con nadie, pero al final deja salir un poquito su lado más tierno y acabas entendiendo que su comportamiento no atiende a otra cosa sino a su propio mecanismo de defensa. Tampoco vamos a decir que su interpretación sea ni mucho menos majestuosa, pero no desentona demasiado.
En definitiva, unas interpretaciones que, salvo algunos casos de sobreactuación, se encuentran a gran nivel y que podemos decir que transmiten al espectador todo lo necesario para que éste pueda sumergirse en la serie e interesarse por la trama (que, en realidad, en eso consiste todo).
Por otro lado, y aunque, como decíamos, se trata de una serie de las buenas y recomendable para todo el mundo (adultos, se entiende), también hemos visto algunas deficiencias o desajustes argumentales que podríamos considerar como errores. No es que sean importantes ni mucho menos, pero sí que nos chocan y, por supuesto, los vamos a comentar aquí.
El que más nos llama la atención es el que tiene que ver con los matones que perseguían al protagonista («Seong Gi-hun») en los primeros capítulos. ¿Dónde estaban después de que el juego hubiera terminado? ¿Se habían olvidado de él después de haberle amenazado con quitarle un ojo y un riñón? Resultaría inverosímil algo así, la verdad. Hubiera bastado con alguna frase suelta que indicara que la propia organización se los había quitado de encima (o algo similar). Sin embargo, el que directamente nunca más se supiera de ellos, nos parece un error.
También nos resulta extraño que se dé a entender que «Seong Gi-hun» se había dado cuenta de que «Cho Sang-woo» había ocultado información respecto a lo que sabía del juego de las galletas con formas. Sin embargo, poco después este hecho parece haber caído en el olvido. Ni siquiera en el juego final, cuando ambos se enfrentan en el juego del calamar, se hace mención al respecto, sino que la furia de «Seong Gi-hun» tiene que ver más con el hecho de que su adversario hubiera poco antes acuchillado a «Kang Sae-byeok» cuando ésta estaba tan débil.
Por si fuera poco, después de intentar en repetidas ocasiones matarse mutuamente en la prueba final, cuando «Cho Sang-woo» ya ha perdido definitivamente, en un giro dramático de los acontecimientos «Seong Gi-hun» decide perdonarle la vida. ¿Por qué? ¿Porque es su vecino y antes eran amigos? Estaba claro que «Cho Sang-woo» había sufrido una transformación a lo «Breaking Bad« a lo largo de las pruebas. Sí, es cierto que todo lo había hecho por intentar sobrevivir, pero aún así, llegados a ese punto, tampoco nos resulta demasiado creíble que ambos salieran de allí con las manos vacías: uno iría a la cárcel («Cho Sang-woo»), y al otro poco faltaría para que lo mataran («Seong Gi-hun»). ¿A qué se debe entonces este cambio? Para la galería, desde luego que queda muy bonito y muy «romántico», pero desde luego a nosotros no nos convence.
Y, por último, un par de «quejas» más. En primer lugar, se nos hace raro que «Han Mi-nyeo» consiga tirar al vacío a un hombre tan corpulento como «Jang Deok-su». Quizás se podría haber buscado este mismo resultado de otra manera, por ejemplo con una pelea en la pasarela que hubiera traído consigo que ambos cayeran al vacío. Tal y como fue, la verdad que nos resulta bastante menos creíble (pero bueno, al final todos queremos ser directores).
Y terminaremos esta crítica reflexionando precisamente sobre la última escena del último capítulo. En ella, «Seong Gi-hun» decide no subirse al avión en el que presuntamente iba a viajar a los Estados Unidos para recuperar a su hija. ¿Se puede saber por qué? A ver, cierto es que estás traumatizado, pero a día de hoy eres multimillonario, le has solucionado la vida a la madre de «Cho Sang-woo» y al hermano pequeño de «Kang Sae-byeok», y vas a intentar recuperar a tu hija. ¿Para qué te metes en más problemas? Si es por todos los que han fallecido en el juego, en realidad apenas los conocías, por lo que no tendría sentido.
Tendría más sentido si fuera, quizás, por la muerte de tu amigo de la infancia «Cho Sang-woo». Aun así, ¿qué esperas conseguir? Por teléfono ya te han dicho que deberías subir a ese avión, por lo que dejan a entrever que te tienen totalmente controlado. Así que dime, piltrafilla, ¿qué vas a hacer contra ellos? ¿Te crees una especie de agente secreto o algo así? Esperemos que haya segunda temporada y resuelvan todas estas dudas, porque lo cierto es que, a día de hoy, no entendemos su comportamiento. Por cierto, el color con el que al final se tiñe el pelo, ¿tendrá algo que ver con el color del uniforme de los guardias?
Curiosidades
En esta sección veremos una excelente selección con las curiosidades más impactantes sobre la exitosa serie de televisión «El Juego del Calamar».
1. En sus propias narices
Como bien sabemos, en todas y cada una de las pruebas los participantes llegan sin saber qué va a ocurrir (a excepción del tramposo, que finalmente sería desenmascarado). Sin embargo, en las paredes de la habitación en la que duermen, si nos fijamos, vemos que se muestran una serie de dibujos minimalistas con las diferentes pruebas a realizar (6 en total).
Este hecho podía pasar desapercibido al principio, con todo repleto de camas, pero conforme dicha estancia iba quedándose vacía, todos estos detalles iban saliendo a la luz. De haberse percatado los participantes, podrían haber tenido cierta ventaja a la hora de afrontar los juegos, pero también es entendible que, a esas alturas, ya estuvieran demasiado cansados y doloridos como para prestar atención y darse cuenta.
2. Pistas sobre el anciano
Desde el primer capítulo, hay ciertas señales que nos sugieren que el anciano «Oh Il-nam» (O Yeong-su) estaba involucrado de lleno en toda la organización. Por ejemplo, se muestran escenas de la vida de todos los protagonistas fuera del juego menos de él (y, bueno, de la loca). Además, vemos cómo estos jugadores son recogidos y, para mantener en secreto el sitio donde tendrán lugar los juegos, son gaseados y terminan por dormirse antes de llegar, pero en ningún momento vemos al anciano dentro de las furgonetas o respirando el mismo gas que el resto.
Por otro lado, aunque de una manera mucho más sutil, hay diálogos en los que parece que éste sabe más de la cuenta, y resulta bastante extraño que sobreviva al motín sin apenas un rasguño. Por si fuera poco, cuando el policía «Jun-ho» descubre los archivos con las ediciones de todos los juegos y abre la carpeta del año actual, se ve que la primera página de perfiles corresponde al jugador «002» (es decir, el «001» no aparece, dejando al espectador una importante pista de que en realidad el entrañable anciano no es un jugador).
3. Colores, formas y simbolismos
Como en cualquier producción, el color es una poderosa herramienta que sirve para contar la historia desde un punto de vista óptico. De hecho, uno de los aspectos más llamativos durante los primeros capítulos de «El juego del calamar» es el color de los uniformes de los distintos grupos participantes. Si recordamos, los jugadores iban de verde, mientras que los guardias o responsables iban de color rosa. La explicación de este detalle, según Hwang Dong Hyuk (el creador de la serie), tiene relación con la paleta de colores. El estilo de uniforme de los jugadores se basó en evocar la ropa deportiva de color verde del uniforme de gimnasia o educación física de las escuelas coreanas. Por su parte, el color rosado es el que se opone a este último dentro del círculo cromático, mostrándose así las múltiples diferencias entre ellos.
Por otro lado, y al margen de los ya mencionados colores, otra cosa que llama muchísimo la atención son los símbolos de las máscaras de los guardias. Pues bien, esos círculos, triángulos y cuadrados hacen referencia a sistema de jerarquía de las hormigas, tal que, como éstas, «cada individuo tiene un solo propósito dentro de la colonia». Más concretamente, los círculos son los trabajadores, los triángulos representan a los soldados que están armados, y los cuadrados son para los gerentes (cuantas más esquinas tenga la máscara, más poder tendrá su portador).
Por último, vemos que la serie está llena de simbolismos, sobre todo en los números. Por ejemplo, si recordamos, el protagonista «Seong Gi-hun» lleva el número «456». Pues bien, al principio de la serie vemos que éste gana nada más y nada menos que 4.560.000 de wones en su apuesta en la carrera de caballos. Además, el pin con el que, en el episodio final, saca dinero con su tarjeta, es (como no) el «0456».
Todas estas combinaciones de uniforme verde con número identificativo (para los jugadores) y uniforme rosa con máscara negra (para los guardias), en cierto modo lo podemos considerar un mecanismo para borrar la personalidad e individualidad de los personajes. De hecho, el mencionado pin de la tarjeta no hace referencia a nada anterior de la vida de «Seong Gi-hun» (como, por ejemplo, su fecha de nacimiento o la de su hija), sino únicamente al número con el que participó en el juego (de hecho, él sabía perfectamente que ése y no otro era el pin).
4. El número de teléfono
Si recordamos, las tarjetas que recibe cada uno de los candidatos a participar en «El Juego del Calamar» tienen un número de teléfono en el dorso al que deben llamar para confirmar si van a forma parte o no del juego. Pues bien, dicho número de teléfono es real y utilizado en Corea del Sur, y ha causado serios problemas a su propietario.
De hecho (y como era de esperar), con la inmensa popularidad obtenida por la producción, son muchos los que han estado llamando a dicho número. Tal es así que su propietario realizó una queja formal (recibía más de 1000 llamadas y mensajes al día), y Netflix y la productora de la serie se han visto obligados a editar las imágenes en postproducción.
5. Espeluznante vaticinio
Muchos seguramente no se habrán dado cuenta de que, durante el segundo episodio (que transcurre en el mundo exterior y sirve un poco de base para conocer las motivaciones e historia a fondo de los principales protagonistas), también se dan pistas de cómo morirán muchos de estos personajes.
Por ejemplo, «Ali Abdul» se enfrenta a su antiguo jefe y, tras empujarlo por accidente, le roba una gran cantidad de dinero. Pues bien, en el episodio de su muerte, fue eliminado después de que «Sang Woo» lo engañara y le robara sus canicas. Por su parte, «Deok Soo» saltaba desde un puente para escapar de unos mafiosos que querían acabar con él, y más tarde vemos que es también así como muere (en una caída), más concretamente en la prueba de la pasarela de vidrio, cayendo junto a «Han Mi-nyeo».
En el caso de «Sae-byeok», la veíamos colocando una navaja en el cuello del hombre que la estafó, y precisamente es así como tristemente fallece (apuñalada por «Sang Woo»). En cuanto a este último, «Sang Woo», éste intentó suicidarse en su casa al verse sobrepasado por no poder pagar todas sus deudas, y finalmente es así como muere en el último juego (se quita la vida, dejando que «Gi-hun» gane).
6. El videojuego de la serie
La colaboración entre el mundo de la televisión y el de los videojuegos siempre ha ido de la mano, por lo que no es nada raro ver colaboraciones entre los dos. Sin ir más lejos, el conocido canal infantil Nickelodeon saco su propio título, protagonizado por sus personajes provenientes de los dibujos animados.
En el caso de Netflix, no iba a quedarse atrás, y de hecho ya contamos con juegos de las series «Stranger Things« y «Narcos«. Por tanto, no es de extrañar que, dado el éxito de «El Juego del Calamar», la popular plataforma ya se esté planteando desarrollar el videojuego correspondiente. ¿Se animará finalmente a ello?
7. Cambio de nombre
En este tipo de producciones es más que habitual que haya ciertos cambios de última hora. Pues bien, uno de ellos fue el título que tendría la serie cuando se lanzase, y es que originalmente se iba a llamar «Round 6» (en referencia a las seis pruebas que los participantes tendrían que superar).
Es más, el teaser tráiler lanzado por Netflix poco antes del lanzamiento oficial de la serie llevaba por nombre «Round 6», y así era como en realidad se conocía al proyecto. Al final, se decidió cambiar por «El Juego del Calamar», que (como se explica al principio) era un juego infantil bastante popular en el país durante los años 70 (de hecho, el director de la serie lo jugaba).
8. Acusaciones de plagio
Muchos fans del cine asiático han acusado la serie de plagio (sobre todo en Japón), comparándola «Battle Royale» o con la reciente serie «Alice in Borderland« (también de Netflix). También la comparan con la película norteamericana de 2012 «Would You Rather«, dirigida por David Guy Levy.
Y éstas no ha sido las únicas. De hecho, la acusación más fuerte tiene que ver con la cinta del 2014 «As the God’s Will«, que cuenta con una premisa casi idéntica y un primer juego basado también en el «Luz roja, luz verde» (pero sin muñeca gigante). A este respecto, Hwang Dong-hyuk (el director de la serie de Netflix) se defiende afirmando que el guión lo tenía listo desde 2009.
En cualquier caso, Hwang Dong-hyuk reconoció que tomó como inspiración para la serie los mangas sobre juegos de supervivencia a los que era aficionado. Sin ir más lejos, a pesar de todas las comparaciones que le han sacado a la serie, la única que le ha parecido exacta ha sido con el divertido videojuego «Fall Guys«. En él, los jugadores deben vencer retos y evitar varios obstáculos sin fallar para conseguir la corona. Es más, la revista Forbes definió la serie como «un Fall Guys con asesinatos».
9. En el mundo real
¿Recuerdas la enorme muñeca que se puede ver durante el primer juego (el llamado «Luz verde, luz roja»)? Pues bien, ésta no sólo es real, sino que también se puede visitar si quieres. Más concretamente, este gigantesco engendro articulado formaba parte del museo de carruajes Macha Land (en Jincheon Country, a unas 3 horas de Seúl). Los responsables de la serie la vieron, y pidieron permiso para llevarla desde allí al lugar donde se rodó la serie. Por cierto, Netflix ha colocado en un paso de cebra de Filipinas una réplica de esta icónica muñeca.
Además, si bien sabemos que Netflix es única a la hora de promocionar sus series con numerosos ejemplos de publicidades ingeniosas, con esta serie fue más allá. Por un lado, en varios países colocaron muñecas gigantes en varios puntos de las capitales. Por otro, en un concurrido metro de Seúl, recrearon un parque temático de «El juego del calamar».
10. Pocos efectos por ordenador
Como bien sabemos, hoy en día se recurre en muchas ocasiones al uso del croma y a los gráficos creados por ordenador (CGI). Estos son una forma más o menos cómoda de añadir lo que se quiera, pero el problema es que no suelen ayudar mucho a que los actores se metan de lleno en sus respectivos personajes.
Pues bien, en el caso de «El Juego del Calamar», y dado que el director de la serie es un entusiasta de las artes plásticas, la mayoría de los escenarios son escenarios reales en los que apenas se ha usado efectos por ordenador. Prueba de ello es el juego de «Luz verde, luz roja», donde los actores y actrices quedaron atónitos al ver la mencionada muñeca gigante al final del set.
11. Significado oculto
Si recordamos, en una de las escenas del principio de la serie, «Gi-hun» le regala a su hija «Ga-yeong» un mechero con forma de pistola por su cumpleaños. De lo que quizás muchos no se hayan dado cuenta es de que, tanto el envoltorio como su contenido, insinúan la forma en la que morirán la mayoría de jugadores.
Por un lado, tenemos el arma de fuego, que representa el método escogido para acabar con ellos. Después, la cajita con el lazo que la envolvía representa los ataúdes, que son de aspecto bastante similar. Por último, tenemos el encendedor, que simboliza la manera en la que se desecharán los cuerpos al final (es decir, incinerados).
12. Llamativas escaleras
Aunque conforme va avanzando la serie nos familiarizamos con ellas y ya no llaman tanto la atención, al principio chocan bastante las llamativas escaleras de colores que recorren los participantes cuando van de una prueba a otra.
Pues bien, éstas están inspiradas o son una especie de homenaje a la obra «Relatividad», del artista neerlandés Maurits Cornelis Escher, conocido por sus grabados. Eso sí, en la serie tienen muchísimo más color (y no son sólo un grabado en madera).
13. El éxito de los actores
Uno de los personajes más populares de la serie ha sido «Sage-byeok», papel interpretado por Jung Ho-Yeon. Fuera de Asia es lógico no conocerla, pero en su país de origen resulta que es una de las modelos surcoreanas más importantes. Es más, para Vogue representa ni más ni menos que la próxima top model de Corea del Sur.
Por su parte, el actor Park Hae-soo («Cho Sang-woo») también ha gustado bastante. Sin ir más lejos, se cuenta que interpretará a «Berlín» en la adaptación coreana de la exitosa serie de Netflix «La Casa de Papel«.
14. ¿Tendrá continuación?
Los que hemos visto esta miniserie hasta el final, nos hemos dado cuenta de que, al menos en apariencia, ha habido numerosos aspectos de la trama que han quedado en el aire y que se prestan a una posible continuación (mínimo, con una segunda temporada).
Pues bien, a este respecto, el director y guionista Hwang Dong-hyuk ya explicó cómo fue su experiencia al crear la serie, donde tuvo que asumir toda la responsabilidad y tras la que acabó realmente agotado. En cualquier caso, lo cierto es que aún no se ha negado al regreso de la serie, y Netflix sigue interesada en prolongar el éxito cosechado y ya trabaja en buscar un acuerdo con el creador.
15. Banda sonora
Uno de los aspectos más destacados de «El Juego del Calamar» es su excelente banda sonora. En concordancia con el resto de aspectos visuales que vemos dentro del juego, las canciones de la serie son representaciones de canciones infantiles populares en Corea del Sur.
Si nos damos cuenta, esto produce un contraste muy interesante (y aterrador) entre la inocencia propia de la canción infantil y la inherente mortalidad de los juegos en los que tienen que participar los jugadores.