Bobby Fischer: Biografía, Estilo, Frases Célebres y Curiosidades más Impactantes

Iniciamos nuestra andadura en el apasionante mundo del ajedrez con un fantástico documental sobre Bobby Fischer, considerado por muchos como el más brillante jugador de ajedrez de todos los tiempos. Veremos su biografía, su estilo de juego, su carrera ajedrecística, algunas de sus mejores citas y frases célebres y, por último, una estupenda sección de curiosidades que no te puedes perder.

Mucho más ajedrez en nuestra nueva página web: gambitodedama.com

Biografía

Bobby Fischer nació en Chicago (Estados Unidos), el 9 de marzo de 1943. Sus padres, Regina Wender (una enfermera suiza de ascendencia judía) y Hans Gerhardt Fischer (un biofísico de origen alemán), se separaron cuando él tenía 2 años. Tanto él como su hermana mayor Joan, se quedaron a cargo de su madre, trasladándose poco después a vivir a Brooklyn (Nueva York). En Broolyn, Bobby aprendió ajedrez con tan sólo 6 años, con un juego que su madre le compró en una tienda del barrio. Fischer jugaba con su hermana y de vez en cuando con los niños del colegio, siendo autodidacta hasta que su madre le apuntó al Brooklyn Chess Club, donde su presidente, Carmine Nigro, hizo las veces de profesor.

Bobby Fischer cuando era niño

Fischer poseía un cociente intelectual de 184 (más que Einstein), pero en sus comienzos en el ajedrez no destacó como otros niños prodigio (como Reshevsky, Capablanca, Morphy, etc.), sino que los éxitos le llegarían en la adolescencia.

Samuel Reshevsky, José Raúl Capablanca y Paul Morphy

Su mundo giraba alrededor de 64 cuadros blancos y negros y, con el tiempo, se forjó a sí mismo como jugador excepcional. De hecho, se convirtió en un jugador imbatible, y no solo vencía en los torneos, sino que lo hacía de forma aplastante. Entre sus victorias destacan: «Mar de Plata» (1960), «Estocolmo» (1962), «Skopje» (1967), «Zagreb» (1970) y «Palma de Mallorca» (1970). Su temprano talento le llevó a ser apodado como «el Mozart del ajedrez».

Bobby Fischer

La otra gran obsesión de Fischer era el dinero, lo que hacía que él mismo se definiera como un tipo detestable y egoísta. El ajedrez en aquella época no daba dinero para vivir, aunque fueras un Gran Maestro, pero a Fischer no le importaba (sólo quería jugar, jugar, y ganar). Aunque también era bastante carismático, se le consideraba un tipo extraño, excéntrico y extravagante, además de suspicaz, anárquico, exigente, testarudo e irregular. Pero no todo fue culpa del joven Bobby, pues uno de los aspectos que pudo influirle negativamente fue la paranoia de su madre, que al ser simpatizante comunista (y posteriormente activista) fue vigilada por el FBI.

Bobby Fischer y su madre, Regina Wender

Las excentricidades de Fischer comenzaron a hacerse patentes a medida que mejoraba su juego y sus clasificaciones. Exigía condiciones perfectas de luz, silencio absoluto, ausencia de cámaras fotográficas y TV y, sobre todo, grandes cantidades en premios. En aquella época, el ajedrez no era un «deporte espectáculo» en el que se pudiera ganar mucho, ni tampoco había grandes patrocinadores, pero Fischer era implacable en sus peticiones, y se negaba a participar en cualquier torneo si todo (especialmente los premios) no eran de su agrado. De hecho, gracias a él, los ajedrecistas empezaron a cobrar sumas más altas por dedicarse a su profesión.

Bobby Fischer

Su auténtico gran mérito fue romper la hegemonía de los jugadores soviéticos en las luchas por el campeonato del mundo de ajedrez. Desde 1927, el dominio de los grandes maestros rusos había sido aplastante (exceptuando dos años en los que el holandés Max Euwe consiguió el campeonato del mundo). Sin embargo, en 1972, Fischer conseguiría romper dicha hegemonía, hecho que tuvo lugar en plena Guerra Fría, con lo que su aparición fue providencial para los norteamericanos.

Max Euwe, Boris Spassky y Bobby Fischer

Desde aquel gran triunfo, su vida pública fue escasa y, si salía en los medios, normalmente era por algo negativo. En 1978, denunció a unos editores de una revista religiosa por 3 millones de dólares, acusándoles de grabar sus conversaciones sin su consentimiento. En 1981, fue detenido por la policía en Pasadena (California), al negarse a mostrar su documentación de identidad; por entonces, Fischer lucía un aspecto visiblemente desmejorado, y se dedicaba a pegar carteles antisemitas en los coches; las autoridades le retuvieron durante 48 horas, y fue cuando escribió el famoso texto «Fui torturado en Pasadena».

Bobby Fischer

En 1988 patentó su Reloj Digital Fischer, aplicable al ajedrez y otros juegos, que añade 2 minutos de tiempo con cada movimiento de uno de los jugadores. Estos relojes se utilizan hoy en día en muchas competiciones oficiales y, en 1996, la Federación de Ajedrez de los Estados Unidos decidió que sería su reloj estándar.

Reloj Digital Fischer

En 1992, un adinerado banquero yugoslavo ofreció a Fischer 5 millones de euros por volver a jugar contra Spassky en Sveti Stefan y en Belgrado, ambos territorios de la República Federal de Yugoslavia. Los Estados Unidos habían decretado un embargo económico sobre tal país, y prohibieron a Fischer aceptar tal oferta. Pero Bobby no hizo caso y, al disputar aquel encuentro, pasó a ser un prófugo de la justicia norteamericana.

Boris Spassky y Bobby Fischer en 1992

No se sabe demasiado de él en los años posteriores. Se dice que estuvo viviendo en Belgrado, que trabajó en una radio filipina como pinchadiscos a tiempo parcial, y que mantuvo un romance con la joven húngara Zita Rajcsanyi (con la que tuvo un hijo). En 2002 se creía que vivía en Japón, donde estaría trabajando en un nuevo tipo de reloj de ajedrez. Aunque se dijo que vivía con una novia filipina, finalmente resultó ser Miyoko Watai, la presidenta de la Asociación Japonesa de Ajedrez, con quien se casó en 2004.

Zita Rajcsanyi, Bobby Fischer y Miyoko Watai

En diciembre de 2003, el Gobierno de los Estados Unidos canceló el pasaporte de Fischer, lo que motivó que fuera detenido en el aeropuerto Narita de Tokio. Permaneció encerrado durante 8 meses, hasta que, en una «jugada maestra», escribió al gobierno de Islandia solicitando asilo político. Dicho gobierno, en gratitud por aquel célebre mundial del 72, le ofreció la nacionalidad islandesa, entregándole un pasaporte y un permiso de residencia.

Bobby Fischer en 2004, detenido en el aeropuerto de Tokio

Y allí vivió, concretamente en Reikiavik, hasta su fallecimiento el 17 de enero de 2008, a causa de una insuficiencia renal. Tenía 64 años, el mismo número de casillas que tiene un tablero de ajedrez, llevando hasta la muerte su máxima «El ajedrez es la vida», como si de un homenaje recíproco se tratara.

Tumba de Bobby Fischer

Estilo de Juego

Bobby Fischer estudió a los maestros del siglo XIX, cosa que se reflejó en su juego. Siempre que podía, buscaba una eléctrica combinación que destrozase la defensa de su rival.

Bobby Fischer

Era un jugador de estilo universal, que dominaba todas las formas de juego. Su única prioridad era la victoria, y le daba igual el modo de llegar a ella. Por eso, podía hacerlo de manera tranquila (estilo Petrosian) o de forma brillante (como Anderssen). Hay jugadores más espectaculares, pero Fischer tenía tanto talento que podía combinar como los mejores.

Bobby Fischer

Además de un juego brillante, Fischer empleaba tácticas psicológicas poco convencionales. Sus victorias se debían más a ataques sorpresa que a contraataques o a la acumulación de pequeñas ventajas. Jugase con blancas o con negras, siempre jugaba a ganar, pues odiaba las tablas.

Bobby Fischer jugando partidas simultáneas

Su estilo era posicional, parecido al de José Raúl Capablanca, pero mucho más activo y con más ansia de vencer. Poseía un repertorio de aperturas que no era muy extenso, pero lo conocía a la perfección, con una gran capacidad de memorización de cientos de variantes.

Bobby Fischer

Carrera Ajedrecística

Bobby Fischer comenzó a jugar al ajedrez a los 6 años junto a su hermana, con un tablero que les regalaron. A los 13 se convirtió en el campeón junior de ajedrez más joven de los Estados Unidos, mientras que un año después lo fue en la categoría senior.

Bobby Fischer y su hermana Joan

En agosto de 1958 (con 15 años) obtuvo el título de Gran Maestro al ganar el Interzonal de Portoroz, y decidió entonces convertirse en jugador profesional. Dejó sus estudios, y fue el único jugador de occidente que logró ganarse la vida con la práctica de este juego, empezando ese mismo año a competir a nivel internacional. Desde 1958 hasta 1966, ganó 8 veces el Campeonato de Estados Unidos, consiguiendo que el público del país se interesara por el ajedrez.

Bobby Fischer jugando contra Michael Tal en 1960

El ajedrecista de Brooklyn no sólo destacó por su destreza en el tablero, sino también por sus excéntricas exigencias. Si sus demandas no eran escuchadas, por muy dispares que fueran, simplemente adquiría un billete de avión y volvía a su casa. De hecho, se convirtió en un verdadero quebradero de cabeza para los organizadores de cualquier encuentro ajedrecístico, los cuales eran conscientes de que la presencia de Bobby atraía un interés mediático sin precedentes.

Bobby Fischer

A veces le daba por sospechar de que una cámara, el público o un tío que pasaba por allí, favorecía a los «siempre odiosos maestros soviéticos». En Diciembre de 1967, se presentó en el Interzonal de Sousse (Túnez). Comenzó a quejarse de la luz en la 4ª ronda, e intentó echar a los fotógrafos en la 6ª. Quiso aplazar la 7ª partida por motivos religiosos (se negaba a jugar durante el Sabbath, de viernes por la tarde a sábado por la tarde), pero cuando le dijeron que no iba a ser posible, decidió retirarse del torneo. A los pocos días, se le convenció para que volviera, y jugó algunas partidas más, pero quiso que se anularan sus anteriores derrotas por incomparecencia, y al negarse los organizadores a aceptarlo, decidió retirarse de forma definitiva.

Bobby Fischer

El resultado de todo esto fue que, al no completar el Interzonal, perdió la posibilidad de clasificarse para la final del Campeonato del Mundo. Pero después sucedió lo impensable: las reglas de clasificación para el Campeonato del Mundo se «relajaron». Estados Unidos podía presentar tres candidatos, y aunque Fischer no estaba en la lista por no haber pasado la Interzonal, Pal Benko le cedió su puesto. Al ganar el Interzonal de Palma de Mallorca de 1970, se clasificó para el Torneo de Candidatos.

Pal Benko y Bobby Fischer jugando el Interzonal de Palma de Mallorca de 1970

Entre 1970 y 1971, Fischer ganó 20 partidas seguidas. De hecho, con 28 años derrotó de forma apabullante en las clasificatorias de Candidatos a Mark Taimanov (6-0-0) y Bent Larsen (6-0-0). Su último obstáculo hacia la gran final era el antiguo campeón soviético Tigran Petrosian, a quien venció en Buenos Aires (5-3-1) en septiembre de 1971, clasificándose como aspirante al título de campeón del mundo (que desde 1969 se encontraba en posesión del tranquilo y seguro Gran Maestro soviético Boris Spassky).

Tigran Petrosian contra Bobby Fischer en 1971

El 1 de septiembre de 1972, y con tan sólo 29 años, Bobby Fischer se convirtió en el primer estadounidense en conseguir el título de Campeón Mundial de Ajedrez, al vencer a Boris Spassky por 12,5 a 8,5 puntos en Reykjavik, durante el campeonato que se desarrollaba en la capital de Islandia desde el 2 de julio. La enorme apuesta financiera y la gran expectación con que fueron seguidas las 21 partidas jugadas, dieron a este duelo de prestigio una gran repercusión internacional.

Bobby Fischer y Boris Spassky

Bobby conservó su título hasta 1975, año en el que le tocaba defenderlo contra el jovencísimo ajedrecista soviético Anatoli Kárpov en Manila (Filipinas). Pero el norteamericano se negó a disputar dicho encuentro, ya que consideraba que sus exigencias no fueron escuchadas. Fischer propuso a la FIDE (Federación Internacional de Ajedrez) que el campeonato se jugase al mejor de 10 victorias, sin límite de partidas, donde los empates no contarían. La FIDE no aceptó las condiciones de Bobby, y éste desestimó defender el título, declinando lucrativas ofertas, con lo que Kárpov pasó a ser el nuevo campeón mundial.

Anatoly Kárpov jugando partidas simultáneas

Tras perder el título, Fischer se recluyó en el sur de California. Por entonces, apenas veía a nadie ni salía a la calle, sino que se dedicaba a estudiar partidas y aperturas. Y no se volvió a saber nada de Bobby hasta 1977, cuando se enfrentó a la computadora MacHack en un match secreto a tres partidas que se celebró en Cambridge. Sin embargo, a pesar de la supuesta confidencialidad, las partidas se filtraron y fueron publicadas. El estadounidense destrozó al ordenador en las tres partidas.

MacHack

Pasaron los años, y Fischer no volvió a jugar en público hasta 1992, en un duelo de exhibición en Serbia. Dicho duelo sería, de nuevo, contra su gran rival, Boris Spassky (por entonces 991 en la clasificación mundial). Le venció por 10 partidas a 5, y se retiró definitivamente.

Boris Spassky contra Bobby Fischer en 1992

Frases Célebres

Las declaraciones de Bobby Fischer nunca dejaban indiferente a nadie, siempre demostrando una confianza en sí mismo infinita.

Bobby Fischer rodeado por una muchedumbre

En esta sección, veremos una estupenda selección las mejores citas y frases célebres que el genio estadounidense compartió con el mundo a lo largo de su vida.

  1. «Se debe tener confianza en uno mismo, y esa confianza debe estar basada en la realidad.»
  2. «El cuerpo debe estar en perfectas condiciones. Si se deteriora el cuerpo, se deteriora el ajedrez. No se puede separar el cuerpo y la mente.»
  3. «Me gusta el momento en que rompo el ego de un hombre.»
  4. «Me opongo a que digan que soy un genio del ajedrez. Me considero un genio en general que, casualmente, juega al ajedrez. Es muy distinto. Miren a Kaspárov: él es un genio del ajedrez. Fuera del tablero, en cambio, es un idiota.»
  5. «Soy un individuo detestable. Mis ideales son el ajedrez y el dinero. Quiero ser riquísimo. Todos quieren serlo, pero ninguno lo dice. ¿Es pecado?»
  6. «El punto de inflexión en mi carrera llegó al darme cuenta de que las negras deberían jugar a ganar, en lugar de sólo buscar igualar.»
  7. «El ajedrez es una guerra sobre un tablero. El objetivo es aplastar la mente del adversario.»
  8. «Existen los jugadores duros y los buenos muchachos, yo soy un jugador duro.»
  9. «No tengo amigos cercanos y no guardo ningún secreto. No necesito amigos. Sólo le digo todo lo que pienso a todo el mundo.»
  10. «No creo en la psicología, creo en las buenas jugadas.»
  11. «Tienes que tener espíritu de lucha, forzar los movimientos y aprovechar las oportunidades.»
  12. «El ajedrez es la vida.»

Curiosidades

En esta sección veremos la curiosidades más impactantes de la vida y carrera del extraordinario Bobby Fischer.

1. Sus comienzos

Cuando era pequeño, cada vez que Fischer perdía una partida, se enfadaba, y normalmente lloraba de rabia. Su madre le llevó al psiquiatra por su obsesión con el ajedrez, y el facultativo respondió que «hay peores obsesiones que el ajedrez».

Bobby Fischer cuando era niño

A los 12 años se negó a ir a la escuela. Los argumentos que dio a su madre fueron: «Prefiero ser el mejor del mundo en ajedrez que uno más entre muchos con cualquier carrera».

Bobby Fischer cuando era niño

En 1957 (con 14 años) jugó dos partidas contra el excampeón mundial Max Euwe, empatando una y perdiendo otra.

Max Euwe

2. Bobby y el príncipe

Testigo del carácter del ajedrecista neoyorkino fue el propio Rainiero de Mónaco. El príncipe monegasco, que era muy aficionado al ajedrez, organizó un torneo donde invitó a tres jugadores norteamericanos con la condición de que uno de ellos fuera Bobby Fischer.

Bobby Fischer y el príncipe Rainiero de Mónaco

En cuanto el de Brooklyn llegó a Mónaco, comenzó a protestar por todo: la comida, la sala donde se iba a celebrar, el hotel, etc. Finalmente, Bobby obtuvo la victoria, pero a un elevado precio, ya que en la siguiente competición organizada por Rainiero, se puso como condición que no se invitase a Bobby Fischer.

3. A distancia

Al disputarse el Memorial Capablanca de 1965 (en Cuba), Bobby tuvo que jugar desde Nueva York por teletipo, debido a los problemas políticos de la época.

Bobby Fischer

4. Manipulación

En 1963, Fischer afirmó que no participaría en torneos de la FIDE (Federación Internacional de Ajedrez) hasta que las normas fueran de su agrado, pues consideraba que los rusos manipulaban la competición, acordando empates entre ellos.

Bobby Fischer

5. Voraz lector

Fischer aprovechaba todos sus viajes para completar su colección de libros de ajedrez y revistas, seleccionando lo mejor de lo mejor de cada país. Leía todos esos libros sin problemas, especialmente las publicaciones en ruso y castellano.

Bobby Fischer leyendo un libro

6. Primer ELO

En 1964 se publicó la primera clasificación ELO, con Petrosian y Fischer con 2690 puntos.

Rangos de clasificación ELO

7. El Encuentro del Siglo

En la final del Campeonato del Mundo de 1972 contra Boris Spassky, la lista de peticiones de Fischer era interminable, incluyendo un premio mayor (el original eran 125000 dólares) y un porcentaje de los derechos de televisión. Fischer despidió a su representante, y renegó de algunos matices ya acordados y firmados, pero finalmente el duelo se disputó. Varias ciudades pujaron por albergarlo, y tras la renuncia de Belgrado por las exigencias de Fischer, al final se disputó en Reykjavik.

Boris Spassky contra Bobby Fischer en 1972

Spassky había contado hasta el momento con la ayuda de todos los analistas y grandes jugadores soviéticos en su preparación, mientras que Fischer no contó con nadie (sólo consigo mismo). El estadounidense estuvo a punto de ser descalificado por llegar 10 días tarde, y cuando finalmente se presentó, no quiso estar presente en el sorteo inicial de colores. Naturalmente, los rusos exigían su descalificación, pero Spassky (oponiéndose a su gobierno, en plena Guerra Fría), quería jugar. La FIDE tuvo que actuar contra sus propias normas para conseguir que el encuentro se disputara, y para convencer a Fischer se necesitaron miles de cartas de sus admiradores y una conversación personal con el entonces Secretario de Estado, Henry Kissinger.

Boris Spassky contra Bobby Fischer en 1972

Fischer perdió la 1ª partida, quejándose de la presencia de cámaras de TV, que se movieron al fondo del pabellón. No se presentó a la 2ª partida por desavenencias con los organizadores, lo que propició la llamada del por aquel entonces Secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger, con su famosa frase «Este es el peor jugador del mundo llamando al mejor jugador del mundo». Bobby regresó al tablero, y comenzó una espectacular remontada, igualando el torneo (2,5 vs 2,5). Finalmente, derrotó a Spassky por 7-11-3 (12,5 vs 8,5), el 31 de agosto de 1972. Ganó 160000 dólares, además de algunos regalos por valor de casi 50000 dólares más.

Boris Spassky contra Bobby Fischer en 1972

8. En el cine

En 1993, se estrenó la película «Searching for Bobby Fischer» («En Busca de Bobby Fischer» en España), de Steven Zaillian. La película cuenta la historia real de los primeros años de Joshua Waitzkin, un niño prodigio del ajedrez, hasta la edad de 10 años. Josh hizo tablas con Garry Kaspárov cuando sólo tenía 11 años, en una exhibición de simultáneas. A los 16, obtuvo el título de Maestro Internacional. En la actualidad, ya no compite en el mundo del ajedrez.

Searching for Bobby Fischer

Por su parte, en 2004 se estrenó «Pawn Sacrifice» («El Caso Fischer» en España), de Edward Zwick, que narra la vida de Bobby Fischer desde sus comienzos en Brooklyn, dando especial relevancia a su célebre duelo con Spassky en Islandia en el año 1972.

Pawn Sacrifice

9. Rumores

Su padre oficial fue Gerhardt Fischer, de origen alemán y sospechoso por sus conexiones comunistas. Sin embargo, se dice que, en realidad, su verdadero padre fue el físico húngaro Paul Nemenyi, que le visitaba de vez en cuando, y que falleció poco después del noveno cumpleaños de Bobby.

Regine Wender, Gerhardt Fischer, Bobby Fischer y Paul Nemenyi

10. El odio de Fischer

Las palabras «El que la hace la paga, incluso Estados Unidos. Quiero ver el país borrado del mapa», acompañadas de unas perturbadoras carcajadas, fueron pronunciadas por Bobby Fischer el 11 de septiembre del año 2001 en una radio filipina, mientras las Torres Gemelas se derrumbaban.

Bobby Fischer

Fischer se convirtió en un negacionista del Holocausto y se mostró favorable a un golpe militar en su país, seguido de la destrucción de sinagogas y la ejecución de cientos de miles de judíos. De hecho, su feroz antisemitismo se manifestó cuando le fueron embargadas y subastadas sus pertenencias que guardaba en Pasadena (California), aduciendo a que fue una conspiración de los judíos contra él; a este respecto, Bobby dijo «Éste es el último de una serie de crímenes contra mí perpetrados por la comunidad judía mundial y sus grupos de presión en Estados Unidos».

Bobby Fischer

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


error: