Vivien Leigh: La estrella de Lo que el viento se llevó y su legado

Vivien Leigh fue una actriz británica famosa por su interpretación de Scarlett O’Hara en Lo que el viento se llevó, uno de los papeles más emblemáticos de la historia del cine. A lo largo de su carrera, Leigh demostró una gran versatilidad, participando también en obras de teatro y en otras producciones cinematográficas como Un tranvía llamado deseo. Su talento y su capacidad para interpretar personajes intensos la consolidaron como una de las grandes estrellas del cine clásico.

Vivien Leigh (Actriz)

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Biografía de Vivien Leigh

Primeros años y formación

Vivian Mary Hartley nació el 5 de noviembre de 1913 en Darjeeling, India, en una familia británica. Su padre, un oficial militar llamado Ernest Hartley, y su madre, una mujer inglesa, vivían en la India debido al trabajo de él. Vivien pasó sus primeros años en este entorno exótico antes de mudarse a Inglaterra a la edad de seis años, tras la muerte de su padre. Creció en un ambiente privilegiado, aunque la tragedia y las dificultades marcaron su infancia.

Desde temprana edad, Vivien mostró un gran interés por la actuación, y sus padres apoyaron su pasión por las artes. En 1931, ingresó al Royal Academy of Dramatic Art (RADA) en Londres, donde comenzó a estudiar y perfeccionar sus habilidades como actriz. Fue en esta etapa de su vida cuando adoptó el nombre artístico de Vivien Leigh, un cambio que la separaba de su nombre de nacimiento, y que finalmente la llevaría a la fama.

Carrera en el teatro y primeros trabajos en cine

El comienzo de la carrera de Vivien Leigh estuvo marcado por su trabajo en teatro, donde ganó experiencia en varias producciones de Londres. En 1935, debutó en el escenario en The Mask of Virtue, una obra que la llevó a conocer a uno de los grandes hombres de su vida, el director de teatro y actor Laurence Olivier. Juntos formaron una de las parejas más famosas del teatro británico, tanto en la vida personal como profesional, y su relación se convirtió en un tema de gran interés para el público y la prensa.

En 1937, Vivien Leigh hizo su debut cinematográfico con la película A Yank at Oxford, aunque el papel no fue significativo en términos de desarrollo de su carrera. Sin embargo, a través de su participación en esta película, llamó la atención de la industria, lo que le permitió conseguir papeles más relevantes en los años siguientes.

Consagración y Lo que el viento se llevó

El punto de inflexión en la carrera de Vivien Leigh llegó en 1939 cuando fue elegida para interpretar a Scarlett O’Hara en la adaptación cinematográfica de la famosa novela de Margaret Mitchell, Lo que el viento se llevó (Gone with the Wind). Esta película se convertiría en un fenómeno cultural y en la obra maestra de la cinematografía estadounidense. Vivien superó una competencia feroz para el papel, que inicialmente fue ofrecido a otras actrices como Katharine Hepburn y Carole Lombard, pero fue su interpretación de Scarlett la que dejó una marca indeleble en la historia del cine.

La interpretación de Vivien Leigh como Scarlett O’Hara fue un éxito rotundo. Su capacidad para capturar la complejidad de este personaje, una mujer fuerte, decidida, pero profundamente humana, le valió el Premio Oscar a la Mejor Actriz en 1940, un reconocimiento que consolidó su estatus de estrella. La película fue un éxito de taquilla sin precedentes y sigue siendo considerada una de las mejores de la historia del cine.

El impacto de Lo que el viento se llevó no solo cimentó a Vivien Leigh como una de las grandes actrices de su tiempo, sino que también le permitió interpretar a otros personajes igualmente complejos. Sin embargo, su vida personal, marcada por relaciones tumultuosas y problemas de salud, pronto comenzó a entrelazarse con su carrera profesional, lo que afectó su trayectoria.

La relación con Laurence Olivier y el teatro

La vida personal de Vivien Leigh estuvo fuertemente influenciada por su matrimonio con Laurence Olivier, un reconocido actor británico y una de las figuras más grandes del teatro del siglo XX. Juntos formaron una de las parejas más emblemáticas de la cultura británica y fueron conocidos por su intensa relación tanto en el escenario como fuera de él. El matrimonio entre Vivien y Olivier fue complicado y estuvo marcado por la pasión, pero también por dificultades personales, incluyendo las luchas de Vivien con su salud mental y emocional.

En el teatro, Vivien continuó destacándose, y en 1942 interpretó a Cleopatra en la obra Antony and Cleopatra, dirigida por Olivier. La interpretación de Vivien fue muy aclamada, y su capacidad para proyectar una sensualidad y una fortaleza excepcionales dejó una marca en el público y la crítica. Sin embargo, a pesar de su éxito en el escenario, su vida personal comenzó a ser más difícil. Durante su matrimonio con Olivier, Vivien sufrió episodios de trastornos emocionales, que fueron en parte el resultado de su bipolaridad, aunque en ese momento se desconocían las causas exactas de sus problemas.

Desafíos personales y salud

La salud de Vivien Leigh se vio seriamente afectada en varias ocasiones a lo largo de su vida. Durante la filmación de Lo que el viento se llevó, Vivien sufrió una grave enfermedad, probablemente tuberculosis, que la mantuvo alejada del trabajo durante un tiempo. A pesar de su delicado estado de salud, nunca dejó de trabajar, y su carrera continuó en ascenso. Sin embargo, sus luchas con la enfermedad, junto con la presión de su vida personal y profesional, afectaron profundamente su bienestar.

La relación con Laurence Olivier terminó en 1960 después de una serie de dificultades, incluida la inestabilidad emocional de Vivien, que finalmente fue diagnosticada con trastorno bipolar. Aunque ambos continuaron siendo amigos cercanos después del divorcio, el final de su matrimonio representó un punto de quiebre en la vida de Vivien Leigh.

Últimos años y legado

En la década de 1960, Vivien Leigh siguió trabajando en cine y teatro, pero ya no gozaba de la misma popularidad que en sus primeros años. En 1963, protagonizó la obra A Streetcar Named Desire en Londres, una producción que fue aclamada por su magnífica interpretación como Blanche DuBois, un personaje que le permitió explorar nuevamente su talento para encarnar personajes complejos y emocionalmente frágiles. Este papel, basado en la obra de Tennessee Williams, se consideró una de las mejores interpretaciones de su carrera.

Sin embargo, la salud de Vivien Leigh siguió empeorando, y en 1967, después de una serie de hospitalizaciones, murió a la edad de 53 años debido a complicaciones relacionadas con la tuberculosis. Su muerte fue un golpe devastador para el mundo del cine, que perdió a una de sus estrellas más brillantes y a una mujer cuyo talento y belleza habían dejado una marca indeleble.

Conclusión

Vivien Leigh fue una de las actrices más talentosas y complejas que haya existido en la historia del cine. Su capacidad para interpretar personajes tan diversos y complejos como Scarlett O’Hara y Blanche DuBois la convierte en una de las leyendas más queridas y admiradas del cine clásico. A pesar de su vida personal marcada por la tragedia, la enfermedad y los conflictos emocionales, su legado sigue vivo en las películas que dejó atrás y en la admiración que sigue generando su extraordinario talento.

Vivien Leigh sigue siendo recordada no solo como una estrella de Hollywood, sino como una mujer que, a pesar de sus luchas personales, nunca dejó de brindar al mundo actuaciones memorables que siguen cautivando al público de todo el mundo. Su nombre permanece como un símbolo de la belleza, el talento y la pasión por el arte de la actuación.

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