¡Llega la nueva entrega de la BondManía! Tras la primera entrega (destinada a las películas de Sean Connery), en esta ocasión profundizaremos en el legado cinematográfico del recientemente fallecido Roger Moore, un actor que indudablemente le dió otro aire al personaje (con sus seguidores y sus detractores, como es lógico) y marcó una época dentro de la saga del agente 007.
Tabla de contenidos
Roger Moore: El Carismático
La nueva cara del célebre espía británico, Roger Moore, tuvo que luchar contra viento y marea para ganarse un puesto en el olimpo de los Bond’s.
Moore siempre dijo que, para conseguir triunfar, debía distanciarse del estilo de su predecesor. Quizás por eso, o quizás también porque era algo blando (muchos así lo afirman), este actor londinense nos ofrece una versión menos dura y más «guasona» del personaje, convirtiéndose el que, para gran parte del público, ha sido el Bond más carismático.
A continuación veremos un análisis detallado de todas y cada una de sus películas como agente 007 (7 en total), las cuales fueron estrenadas entre los años 1973 y 1985, año en el dijo adiós al personaje.
Recomendamos ver las películas antes de leer los comentarios (y no después), ya que aunque no hay demasiados spoilers, sí que puede haber algún detalle que sería mejor no saber si nuestra intención es verlas.
Películas
En esta sección, realizaremos un profundo análisis de todas las películas de James Bond de la «Era Moore».
A continuación, el listado completo, que incluye las siguientes películas de James Bond (pincha en el enlace correspondiente para acceder a cada una de ellas):
- Vive y deja morir (1973)
- El hombre de la pistola de oro (1974)
- La espía que me amó (1977)
- Moonraker (1979)
- Sólo para sus ojos (1981)
- Octopussy (1983)
- Panorama para matar (1985)
Vive y deja morir (1973): Inyección de energía
Sinopsis
En tan sólo 24 horas, tres agentes del servicio secreto británico que investigaban una red de tráfico de drogas aparecen asesinados en extrañas circunstancias.
Todas las pistas conducen a Mister Big y a un diplomático llamado Kananga. El agente 007, James Bond, es enviado a Nueva York para investigar al enigmático personaje.
Personajes
Aquí no está Blofeld, pero aún así el trío de malvados formado por «Kananga» / «Mr. Big» (Yaphet Kotto), «Tee Hee» (Julius W. Harris) y «el barón Samedi» (Geoffrey Holder) dejan el pabellón bastante alto.
Encabezando a las «chicas Bond», tenemos a «Solitaire» (una jovencísima Jane Seymour), que se convirtió en uno de los grandes reclamos y atracciones de la película.
Junto a ella, tenemos también a «Rosie» (Gloria Hendry), que pasó por el metraje con más pena que gloria, y «Miss Caruso» (Madeline Smith), que siempre contará con el «honor» de haber formado parte de la primera escena de Moore como Bond.
A destacar también algunos personajes secundarios, como del «Sheriff J.W. Pepper» (Clifton James), que le da un mayor toque de humor a la cinta y que tuvo muy buena acogida entre el público (de hecho, repite en «El hombre de la pistola de oro»), y la «Señora Bell» (Ruth Kempf), la intrépida pilota anciana, que nos hizo soltar más de una carcajada.
Bernard Lee como «M», Lois Maxwell como «Moneypenny» y David Hedison como «Felix Leiter», completan el listado de personajes principales.
Valoración
Se trata de una arriesgada puesta en escena para Moore, que debe intentar por todos los medios, no ya que el público olvide al James Bond clásico (Sean Connery), sino que se identifique con el nuevo intérprete lo antes posible.
Es una película distinta, enérgica y desenfrenada. A las sesiones de budú se unen las vertiginosas persecuciones en lancha, donde siempre quedará para el recuerdo (o por lo menos yo siempre lo recordaré) la escena donde la lancha pasa por encima de la carretera.
Ni «Goldfinfer», ni «From Russia with love», ni las bandas sonoras más actuales. La canción de Paul McCartney para esta película, llamada homónimamente «Live and let die», para mí es la mejor hasta la fecha, con esos compases de guitarra que convierten las escenas de acción en aún más espectaculares.
Impresionante la forma que tiene Bond de escapar de las fauces de los cocodrilos (para mí una de las grandes escenas de la saga).
Los malos, como decíamos, bastante bien, sobre todo Julius W. Harris y su mano mecánica (acojona).
En cuanto a las chicas Bond, Seymour se basta y se sobra para dar una luz radiante a este largometraje, languideciendo cualquier otra mujer que pudiera aparecer a su lado.
Por otro lado, en este film somos testigos de otro de los momentazos en la saga Bond, cuando se descubre el engaño en las cartas del tarot al que acude el agente para llevarse a la cama a Solitaire (así cualquiera). Muy divertido.
Quizás no es una película perfecta en el aspecto técnico, pero a mí siempre me ha gustado mucho (no puedo evitarlo). Así pues, gran estreno de Moore como agente 007.
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El hombre de la pistola de oro (1974): Entretenida
Sinopsis
El superagente británico 007 tendrá que vérselas ahora con el más peligroso asesino a sueldo del momento, Scaramanga.
Más conocido como «el hombre de la pistola de oro», Scaramanga tratará de deshacerse de James Bond con los más sofisticados recursos.
Personajes
«Francisco Scaramanga» (Christopher Lee) encarna a uno de los villanos mejor interpretados (como no podía ser de otra manera) del universo Bond.
Junto a él, el enano «Nick Nack» (Hervé Villechaize) nos regala con su minúscula estatura (y sus deditos) otra dimensión de la maldad nunca vista antes.
En cuanto a las «chicas Bond» de esta cinta, en teoría «Andrea Anders» (Maud Adams) encabezaría el reparto.
Sin embargo, a mí sinceramente siempre me pareció muchísimo más interesante el papel cómico de «Mary Goodnight» (Britt Ekland), sobre todo cuando es encerrada en el armario y tiene que aguantar estoicamente por el bien de la misión.
Repite el «Sheriff J.W. Pepper» (Clifton James), dándole su toque de humor propio.
Bernard Lee como «M», Lois Maxwell como «Moneypenny», Desmond Llewelyn como «Q» y Soon-Tek Oh como el «teniente Hip», completan el listado de personajes principales.
Valoración
Hay quien valora más esta película que la anterior, pero yo por más que lo intento no acabo de encontrarle ese brillo del que muchos hablan.
Cierto es que otros villanos de la saga no pueden compararse (ni mucho menos) con la impresionante interpretación de Christopher Lee, pero para mí el conjunto de elementos del film no acaban de encajar del todo.
Es una película entretenida, eso es cierto, y ayuda mucho (muchísimo) el papel cómico de Goodnight, pero pasa el tiempo y tengo la impresión de que, por ejemplo, las escenas laberínticas van quedándose bastante obsoletas.
Muy interesante, no obstante, la investigación de las balas de oro llevada a cabo para tratar de localizar a «Scaramanga».
Se coge muy con pinzas el tema de las artes marciales, aunque es evidente que tampoco le podíamos pedir mucho más al pobre Moore.
Por otro lado, años después repetiría Maud Adams como «chica Bond», imagino que debido al éxito que obtuvo. Sin embargo, creo sinceramente que ha habido «chicas Bond» mucho mejores y que no han tenido la oportunidad de repetir (una pena).
Estoy siendo muy crítico, pero que nadie se engañe, es una película que se deja ver, en la que digamos que ocurren muchas cosas (que encajen bien o no es otra historia).
Sin embargo, no la veo una maravilla, y ni mucho menos mejor que «Vive y deja morir» (pero bueno, es mi opinión).
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La espía que me amó (1977): Salto de calidad
Sinopsis
La misteriosa desaparición de dos submarinos nucleares exige la colaboración de los mejores agentes de los servicios secretos británico y soviético: James Bond y la mayor Amasova.
Detrás de todo se encuentra el magnate Stromberg, que se propone destruir a la humanidad para fundar una nueva civilización bajo el mar.
Personajes
Los malvados y pretenciosos planes del magnate «Karl Stromberg» (Curd Jurgens) contrastan con la pobre y sosa interpretación del susodicho, que podemos decir que da muy poco miedo (para todo el que podría dar).
Primera aparición, no obstante, del célebre asesino a sueldo «Tiburón» (Richard Kiel), que acabó convirtiéndose en uno de los personajes más reconocibles y carismáticos del ciclo Moore.
Encabezando a las «chicas Bond», tenemos a la mayor «Anya Amasova» (Barbara Bach), también conocida como «Agente Triple X», en una fantástica interpretación.
Junto a ella, tenemos a un estupendo trío de bellezas, con «Naomi» (Caroline Munro), «Felicca» (Olga Bisera) y la exhuberante recepcionista del hotel (Valerie Leon).
Bernard Lee como «M», Lois Maxwell como «Moneypenny», Desmond Llewelyn como «Q», Geoffrey Keen como «Sir Frederick Gray» y Walter Gotell como «el general Gogol», completan el listado de personajes principales.
Valoración
He de reconocer que ésta es de las películas de James Bond que menos he visto.
¿Y eso por qué? ¿Porque es mala? No, al contrario, está muy bien. De hecho, en el aspecto global sea posiblemente de lo mejorcito de Bond.
¿Por qué entonces nunca me ha llamado la atención? Pues es difícil de explicar. Quizás es tan tan sobria que, para mí, que he vivido estas películas desde niño, tanta sobriedad se convertía en aburrida.
Quizás años después sí que valore un poco más que, por ejemplo, sea la primera película en la que aparece el personaje de «Tiburón».
Quizás, a día de hoy, valore también más todo el esfuerzo realizado en cuanto a decorados y en cuanto a la infraestructura creada para la guarida del villano.
Impresionantes, por cierto, las escenas submarinas, con ese fantástico Lotus anfibio que a cualquiera le gustaría tener.
Sin embargo, cuando era pequeño (o, incluso, algo más joven que ahora), lo único que veía era a un villano acartonado, que apenas gesticulaba o emitía expresión alguna.
Además, tampoco valoraba (como ahora sí hago) la gran interpretación de Barbara Bach, entrando por la puerta grande en el olimpo de las mejores «chicas Bond» de la historia.
El final siempre me ha parecido algo largo pero, como decía, se trata de la que, en términos globales, podemos catalogar como la mejor película de Roger Moore como James Bond.
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Moonraker (1979): Inmerecidamente castigada
Sinopsis
El agente secreto James Bond recibe la orden de localizar la nave espacial Moonraker, que ha desaparecido misteriosamente. Sus primeras pesquisas lo llevan a seguir al millonario Hugo Drax, el constructor de la nave.
Tras ser capturado por Drax, Bond descubre que el villano posee una base de lanzamiento de cohetes espaciales con los que se propone esparcir un gas tóxico que acabe con la vida terrestre, pero ésta no es más que la primera fase de un perverso plan que Bond intentará frustrar con la ayuda de la Doctora Goodhead.
Personajes
«Hugo Drax» (Michael Lonsdale) nos ofrece a un villano aceptable (simplemente), también algo acartonado como el anterior.
Algo más creíble el personaje de «Chang» (Toshirô Suga), erigido como mano ejecutora de las pesquisas del villano.
Por otro lado, en un papel algo más soso (sobre todo por su abandono del «lado oscuro») tenemos a «Tiburón» (Richard Kiel).
«Holly Goodhead» (Lois Chiles) encabeza a las «chicas Bond» de la cinta.
Le acompañadan las bellas «Corinne Dufour» (Corinne Cléry) y «Manuela» (Emily Bolton).
Bernard Lee como «M», Lois Maxwell como «Moneypenny», Desmond Llewelyn como «Q», Geoffrey Keen como «Sir Frederick Gray» y Walter Gotell como «el general Gogol», completan el listado de personajes principales.
Valoración
Se le ha dado mucha caña a esta película, considerándola una de las más flojas de James Bond.
En mi opinión, en cuanto a estas críticas negativas, no diré que son del todo inmerecidas, pero sí que voy a decir que pueden ser algo injustas.
No es una buena película, no nos engañemos, pero sí que constituye un buen intento por el «asalto al espacio» del agente 007, más acostumbrado a estar con los pies en el suelo.
Hay escenas espaciales que son de una gran belleza (evidentemente, era «cartón-piedra», pero aún así se agradece el esfuerzo).
Además, el intento de asesinato en la máquina de entrenamiento para astronautas es cuanto menos original.
Por otro lado, el dueto de «chicas Bond» de esta cinta siempre me han parecido de las más interesantes, aunque creo que se le sacó muy poco partido al papel de Corinne Cléry (lo dejaron en una cara bonita y poco más).
En cuanto al personaje de «Tiburón» en esta entrega, para los románticos seguro que su transformación en bueno seguro que fue un gran acierto, pero para mí es una de las grandes «cagadas» de la película. Sin eso, quizás la crítica la hubiera visto con otros ojos (aunque eso nunca se sabe).
Por su parte, y también en el aspecto negativo, considero algo lento el ritmo, y ello creo que penaliza bastante el resultado final del metraje.
En resumidas cuentas, sin ser ninguna maravilla, es una película que hay que ver sí o sí, puesto que es distinta de todo el resto de películas de la saga.
Que no es buena, ok, pero tampoco creo que sea mala (o al menos no tan mala como consideran algunos).
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Sólo para sus ojos (1981): Bien hecha
Sinopsis
El agente 007 debe recuperar el ATAC, un dispositivo militar secreto de guía por satélite, antes de que sea vendido a los rusos.
Para ello, utilizará sus numerosas habilidades como agente secreto, e intentará evitar que dicho dispositivo caiga en manos de los enemigos.
Personajes
En términos globales, podemos decir sin temor a equivocarnos de que se trata de uno de los mejores repartos de la era Moore.
Gran villano, encarnado por «Kristatos» (Julian Glover), en una interpretación sobria y creíble.
Como brazos ejecutores, tenemos al despiadado «Locque» (Michael Gothard) y al atlético «Erich Kriegler» (John Wyman), ambos a un gran nivel.
No está Félix Leiter (como no lo está en otras muchas cintas de Moore como Bond), pero el agente 007 cuenta en este caso con la inestimable ayuda de «Milos Columbo» (Topol), también en una interpretación muy convincente.
Es evidente que como «chica Bond» principal se buscó a una chica que llamara mucho la atención por sus ojos, y ello lo encontraron con «Melina Havelock» (Carole Bouquet), la cual, sin ser a mi juicio una de las más bellas, sí que deja el pabellón bien alto en líneas generales.
La jovencita «Bibi Dahl» (Lynn-Holly Johnson) y «Lisl» (Cassandra Harris) completan el elenco de «chicas Bond» de la cinta, aunque siempre me pregunté qué hacía ésta última aquí.
Lois Maxwell como «Moneypenny», Desmond Llewelyn como «Q», Geoffrey Keen como «Sir Frederick Gray», Walter Gotell como «el general Gogol» y Jill Bennett como «Jacoba Brink», completan el listado de personajes principales.
Valoración
Se nota que ya hemos llegado a los 80, y que la película ya tiene otra manufactura más moderna.
Entrañables las escenas de persecución a las afueras de Madrid, que te hacen en parte conectar con el desarrollo de la trama.
Por otro lado, impresionante escena final (con escalada incluida), que es donde se nota sobre todo que ya se dispone de unos mejores medios de rodaje (y efectos especiales).
Como decía, en general grandes interpretaciones, con el único lunar del personaje de «Lisl» (Cassandra Harris), para el que habría buscado otro tipo de mujer (dejémoslo ahí).
Una pena que la película, a pesar de estar bien realidada, no disponga de una escena o algún detalle que llame verdaderamente la atención cuando la ves.
¿Por qué digo esto? Pues porque me da la impresión de que, conforme vaya pasando el tiempo, ésta será una de las películas que menos recordaré.
«Vive y deja morir» tenía el asunto del engaño con las cartas del tarot o la escapada sobre los cocodrilos, «El hombre de la pistola de oro» tenía el tercer pezón de Scaramanga y los efectos psicodélicos, «La espía que me amó» tenía el coche anfibio y la guarida submarina, y «Moonraker» tenía, por ejemplo, las escenas espaciales.
En cambio, «Sólo para sus ojos» carece de ese detalle que te haga recordarla (o al menos así me lo parece), salvo quizás el hecho de que parte de ella fue rodada en España.
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Octopussy (1983): De lo mejorcito
Sinopsis
El agente 009, compañero de James Bond, es asesinado en Berlín Oriental, aunque consigue llegar a la residencia del embajador británico antes de morir, llevando consigo una valiosísima pieza de orfebrería: un huevo de Pascua, creado por Fabergé.
En Londres, especialistas del Servicio Secreto constatan que se trata de una falsificación de la joya original, que será subastada en breve. El hecho de que en un corto período de tiempo se hayan vendido piezas parecidas despierta las sospechas de los responsables de Inteligencia, que temen una maniobra rusa que estaría encaminada a recaudar fondos que irían destinados a oscuras operaciones.
Tras la pista de Kamal Khan, turbio traficante de objetos de arte, James Bond llega a la India, lugar en el que descubrirá la relación entre el sospechoso, una misteriosa mujer conocida como Octopussy y el General Orlov, implicados todos ellos en una conspiración que pretende desatar un conflicto nuclear.
Personajes
Tenemos en primer lugar a un buen villano, el aseado «Kamal Khan» (Louis Jourdan), en un papel bastante correcto.
No obstante, el malo malísimo del largometraje lo encarna el acojonante «Gobinda» (Kabir Bedi), que persigue como un perro de presa a Bond durante todo el desarrollo de la trama.
El quintero de malos lo completan «Orlov» (Steven Berkoff), y los gemelos circenses lanzadores de cuchillos «Mischka» y «Grischka» (David y Tony Meyer).
Repite Maud Adams, en este caso como «Octopussy», liderando a un grupo de mujeres guerreras que poblan una isla donde se supone que no están permitidos los hombres (aunque luego vemos que entra «tó Cristo»).
Le acompaña «Magda» (Kristina Wayborn), subiendo bastante el nivel, en un meritorio papel.
Otras bellezas de la cinta «Penelope Smallbone» (Michaela Clavell) y «Bianca» (Tina Hudson).
Robert Brown como «M», Lois Maxwell como «Moneypenny», Desmond Llewelyn como «Q» y Geoffrey Keen como «Sir Frederick Gray», completan el listado de personajes principales.
Valoración
En general, ésta es mucho (muchísimo) más película que las anteriores.
Para empezar, el elenco de malos (sobre todo «Gobinda» y los gemelos asesinos) y las «chicas Bond» están a un nivel artísimo.
Por otro lado, las escenas de acción están muy bien logradas, con un ritmo que te mantiene pegado al asiento pendiente de no perderte ningún detalle.
Me hubiera gustado algo más de resistencia de las chicas cuando los malos asaltan la isla de mujeres, ya que la debilidad que demuestran a la hora de la verdad resta credibilidad al argumento.
No gustó demasiado que Bond se vistiera de payaso para infiltrarse y localizar la bomba, pero supongo que el mensaje de la escena es que, a veces, hay que hacer lo que hay que hacer, ya que para salvar el mundo no siempre se puede ir impecable y trajeado.
En cualquier caso, como decía, gran película en líneas generales, aunque también es justo decir que a Moore se le empezaban a notar ya mucho los años.
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Panorama para matar (1985): Aceptable despedida
Sinopsis
Bond recibe la misión de desenmascarar a Max Zorin, un misterioso empresario, y aparente espía de la KGB, que amenaza con dominar el mundo por medio de sus revolucionarios microchips.
Aliado a poderosas empresas de tecnología punta, su objetivo es destruir la falla de San Andrés, provocando un terremoto de irreversibles consecuencias.
Personajes
El descafeinado «Max Zorin» (Christopher Walken) encarna en esta ocasión al villano de la cinta. En alguna escena deja claro que es un psicópata, pero por lo demás me parece un personaje insustancial.
En cambio, sí que tiene sustancia (y mucha) la asesina «May Day» (Grace Jones), con una gran personalidad y aplomo durante toda la cinta (aunque al final se muestra vulnerable).
Acompañando a este dúo maligno, tenemos también a «Scarpine» (Patrick Bauchau), en una interpretación bastante aceptable.
Por otro lado, la interpretación de Tanya Roberts como «Stacey Sutton» obtuvo numerosas críticas negativas (de hecho, estuvo nominada a los premiso Razzie como peor actriz).
A mí, sin embargo, no me pareció que desentonara a nivel interpretativo (quizás porque el doblaje hace milagros). Además, tengo que decir que se trata de una de las «chicas Bond» más bellas de la historia.
Completan el elenco de «chicas Bond» de la cinta «Jenny Flex» (Alison Doody) y «Pola Ivanova» (Fiona Fullerton).
Muy divertido, por cierto, el personaje de «Sir Godfrey Tibbett» (Patrick Macnee), aunque no me gustó nada el final que le dieron.
Robert Brown como «M», Lois Maxwell como «Moneypenny», Desmond Llewelyn como «Q», Geoffrey Keen como «Sir Frederick Gray» y David Yip como «Chuck Lee», completan el listado de personajes principales.
Valoración
Se despide Roger Moore como James Bond, y lo hace con una película que no es tan mala como muchos afirman.
Las hay mejores, eso es cierto, pero se castiga demasiado al metraje en general por considerar que el actor londinense estaba ya demasiado mayor para el papel.
Y sí, se notaba ya que el papel de agente 007 requería una cara nueva, que le diera una mayor energía, pero aún así Moore nos ofrece una buena interpretación en líneas generales (dentro de sus limitaciones).
La trama no estaba mal del todo, y aunque hubiera ayudado que el personaje de «Zorin» hubiera sido algo más creíble, tampoco podemos decir que sea una mala despedida de la «Era Moore» (de hecho, considero mucho peor «Diamantes para la eternidad»).
No entendí, no obstante, que May Day se fuera a la cama con Bond, ya que aparenta ser una mujer «a prueba de bombas» (aunque al final de la cinta, como decíamos, demuestra su vulnerabilidad).
En definitiva, una película entretenidilla, muy lejos de, por ejemplo, «Octopussy», pero que se deja ver.
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Valoración Global
Comenzaré por decir que Roger Moore fue el James Bond de mi infancia, así que no puedo evitar tenerle un cierto cariño.
En cualquier caso, e intentando verlo todo desde un punto de vista objetivo, ahora que después de algunos años he vuelto a ver todas sus películas, he de reconocer que me quedo con la sensación de que «podría haber estado mucho mejor».
No sé si es por cierta interpretación deficiente de Moore (sobre todo al principio), o porque quizás el cine estaba evolucionando mucho en esos años, pero creo sinceramente que el carisma del mencionado (y el espectacular doblaje de Constantino Romero) no fueron suficientes para poder colocar algunos de estos largometrajes a la altura de los mejores de la era Connery.
Siempre hubo dos películas de la era Moore que me llamaron la atención, «Vive y deja morir» (distinta, osada, enérgica) y «Octopussy» (con sus fantasmadas, pero muy bien realizada). No obstante, ni de lejos podemos compararlas con films como «Desde Rusia con amor» o «James Bond contra Goldfinger», a pesar de encontrarnos en una era mucho más moderna y, por tanto, con mejores medios para poder hacer buen cine.
En definitiva, buena nota global porque fueron películas que marcaron una época, pero con la sensación de que podrían haber alcanzado un mayor nivel si se hubieran cuidado determinados detalles.