¡Llega la nueva entrega de la BondManía! Tras los anteriores ciclos protagonizados por Sean Connery, Roger Moore y Timothy Dalton, llega el turno de Pierce Brosnan, el Bond que durante muchos años había sido pretendido por la productora y que, finalmente, pudo encarnar al personaje.
Tabla de contenidos
Pierce Brosnan: El Elegante
Tras la negativa de Dalton a iniciar un nuevo proyecto como agente 007, llegó por fin el turno del pretendido Pierce Brosnan, el cual, dicho sea de paso, le dio otro giro a la personalidad del personaje, consiguiendo que tanto crítica como público se pusieran de acuerdo.
Y es que, aunque su predecesor, Timothy Dalton, consiguió su objetivo de ofrecer un Bond más real y parecido al de las novelas de Fleming, parte del público no estaba demasiado conforme (y mucho menos tras el estilo «soft» del que, a su vez, fue su predecesor, Roger Moore).
Brosnan suavizó el personaje, y recuperó para el celuloide el humor que antaño había envuelto a los largometrajes, manteniendo además un excelente (y convincente) nivel interpretativo.
A continuación veremos un análisis detallado de las 4 películas de Pierce Brosnan como agente 007, las cuales fueron estrenadas entre los años 1995 y 2002.
Recomendamos ver las películas antes de leer los comentarios (y no después), ya que aunque no hay demasiados spoilers, sí que puede haber algún detalle que sería mejor no saber si nuestra intención es verlas.
Películas
En esta sección, realizaremos un profundo análisis de todas las películas de James Bond de la «Era Brosnan».
A continuación, el listado completo, que incluye las siguientes películas de James Bond (pincha en el enlace correspondiente para acceder a cada una de ellas):
- Goldeneye (1995)
- El mañana nunca muere (1997)
- El mundo nunca es suficiente (1999)
- Muere otro día (2002)
Goldeneye (1995): Lo que pudo ser
Sinopsis
Estando de vacaciones, Bond conoce a la bella y letal Xenia Onatopp, que intenta hacerse con los planos de un nuevo helicóptero invulnerable a las interferencias.
La programadora militar rusa Natalya Siminova es la única superviviente de su equipo tras un macabro plan del general Ourumov para hacerse con el «Goldeneye», un arma espacial ultrasecreta que emite pulsos nucleares que inutilizan cualquier equipo electrónico.
Bond formará equipo con Natalya para descubrir a los malhechores tras el robo.
Personajes
«Alec Trevelyan» (Sean Bean) encarna al villano principal de esta cinta, un villano que, bajo mi punto de vista, está algo descafeinado.
Le acompañan, a mucho mejor nivel, «Dimitri Mishkin» (Tchéky Karyo), el coronel «Ourumov» (Gottfried John) y «Boris Grishenko» (Alan Cumming).
Como brazo ejecutor, tenemos a la sugerente «Xenia Onatopp» (Famke Janssen), en un personaje de villana sádica que me pareció bastante arriesgado, pero que da bastante color al desarrollo de la trama.
Tenemos también a «Natalya Simonova» (Izabella Scorupco), la supuesta «chica Bond» principal de la cinta, en un papel correcto pero a años luz de otras intérpretes de la saga.
Le acompaña «Caroline» (Serena Gordon), ejerciendo de evaluadora del seductor agente británico.
Judi Dench como «M», Samantha Bond como «Moneypenny», Desmond Llewelyn como «Q», Joe Don Baker como «Jack Wade» y Robbie Coltrane como «Valentin Zukovsky», completan el listado de personajes principales.
Valoración
Lo cierto es que ésta siempre fue una de mis películas favoritas de James Bond.
La saga dio un salto adelante en cuanto a efectos especiales, y la intrusión de Brosnan (bastante bien) supuso un soplo de aire fresco (aunque, insisto, me encantaron las películas de Dalton).
No obstante, ahora que la veo de nuevo, por algún motivo hay cosas que no me cuadran.
Dejando a un lado la fantástica canción homónima interpretada por Tina Turner, el sonido del film es una de las grandes calamidades del universo Bond.
Aparte de la soporífera intro (demasiado alterada a posta, para luego no llegar a nada), las melodías a lo largo de la trama entran a destiempo y sin mucho sentido (en particular, recuerdo por ejemplo una musiquilla de melancolía en el reencuento de Bond y Trevelyan que me hizo llevarme las manos a la cabeza).
Muy bien el papel de «Xenia Onatopp», en su rol de chica mala, pero no tanto el de «Natalya Simonova», que aunque no está mal del todo, no me transmite lo suficiente como para creerme verdaderamente al personaje.
Las escenas de acción están bastante correctas, aunque podrían haber estado mucho mejor (o esa es mi impresión).
Además, se alarga en exceso la escena del tanque (demasiada destrucción para mi gusto).
En resumen, buena entrada de Brosnan, en una cinta que podría haber estado mucho mejor si se hubieran cuidado determinados detalles.
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El mañana nunca muere (1997): Mejorando
Sinopsis
Elliot Carver, un gran magnate de los medios de comunicación, sólo necesita conseguir los derechos de publicación en China para completar su emporio global.
Su maquiavélico plan consiste en provocar una guerra entre Gran Bretaña y China (la Tercera Guerra Mundial), mediante el hundimiento de un buque de guerra inglés.
James Bond emprenderá una misión contrarreloj para descubrir quién está detrás del peligroso incidente.
Personajes
«Elliot Carver» (Jonathan Pryce) nos ofrece en este caso a un villano cuanto menos innovador, que desde su imperio tecnológico se permite el lujo de crearse incluso sus propias noticias.
Su grupo de secuaces está formado por el doctor «Kaufman» (Vincent Schiavelli), «Richard Stamper» (Götz Otto) y «Henry Gupta» (Ricky Jay), todos en papeles bastante creíbles (muy divertido, por cierto, el del doctor «Kaufman»).
Como «chicas Bond» tenemos a «Wai Lin» (Michelle Yeoh) y «Paris Carver» (Teri Hatcher), ambas a un excelente nivel.
Les acompañan «Tamara Steel» (Nina Young) e «Inga Bergstrom» (Cecilie Thomsen).
Judi Dench como «M», Samantha Bond como «Moneypenny», Desmond Llewelyn como «Q», Joe Don Baker como «Jack Wade» y Colin Salmon como «Charles Robinson» completan el listado de personajes principales.
Valoración
Esta cinta supuso una agradable sorpresa para mí, ya que andaba algo decepcionado tras haber visto la anterior luego de mucho tiempo.
A la inclusión de las artes marciales (que me encantan), se le suma un mucho mejor sonido que en la anterior (aunque eso no era nada difícil) y algunas escenas de humor de gran nivel (como aquella en la que van esposados y tienen que organizarse para conducir sobre una moto).
Me pareció no obstante demasiado exagerado que «Paris Carver» pusiera en peligro su matrimonio (y su vida) por pasar una noche con Bond, aunque bueno, son cosas que hemos de creernos (es Bond al fin y al cabo).
Muy entretenidas las escenas de acción en general, y en esta ocasión sí que presté especial atención a aquella en la que supuestamente Brosnan «consiguió» su famosa cicatriz en el labio superior (ya muy cerquita del final).
También a destacar la escena del coche teledirigido (muy entretenida).
Se trata de una película mucho más sobria que la anterior, donde me dio la impresión de que los elementos encajan de una manera mucho más armoniosa (quizás debido a que tenían como referencia la de tan solo 2 años antes).
En definitiva, un largometraje de buen nivel, entretenido, y con interpretaciones correctas (que no excelentes).
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El mundo nunca es suficiente (1999): Original
Sinopsis
Tras la muerte del magnate británico del petróleo Sir Robert King en un atentado en el cuartel general del MI6, su hija Elektra hereda sus fabulosos yacimientos petrolíferos del mar Caspio.
Su astronómica fortuna atrae no sólo la atención de la prensa internacional, sino también la del asesino, un hombre con una bala alojada en el cerebro que le impide sentir dolor físico y cuya única obsesión es la venganza.
El agente 007, que se siente culpable de la muerte de King, se convierte en el guardaespaldas de Elektra.
Personajes
«Renard» (Robert Carlyle) encarna al villano de la trama, un villano distinto a los vistos hasta la fecha, puesto que la bala que tiene alojada en su cerebro le hace no sentir dolor (lo que lo hace aún más temible).
También en el lado oscuro, tenemos a «Lachaise» (Patrick Malahide) y «Davidov» (Ulrich Thomsen).
Por su parte, «Elektra King» (Sophie Marceau) y la doctora «Christmas Jones» (Denise Richards) componen unos de los mejores dúos de «chicas Bond» de la saga.
Otras «chicas Bond» de la cinta son «Julietta» (Maria Grazia Cucinotta) y la doctora «Molly Warmflash» (Serena Scott Thomas).
Judi Dench como «M», Samantha Bond como «Moneypenny», Desmond Llewelyn como «Q», John Cleese como «R», Colin Salmon como «Charles Robinson» y Robbie Coltrane como «Valentin Zukovsky», completan el listado de personajes principales.
Valoración
Siempre consideré esta película como la más flojita de las de Brosnan.
Sin embargo, he de reconocer que, tras verla de nuevo años después, uno se da cuenta de lo buena que en realidad es.
Posiblemente no esté entre las mejores de la saga (o quizás sí), pero sí que se trata de, como decía, una buena película, partiendo de la base de un guión y una trama muy bien elaborados.
En particular, me pareció bastante original todo el tema del Síndrome de Estocolmo, un aliciente no visto en otros films.
Además, el nivel de las «chicas Bond» es altísimo, tanto de las principales como de las secundarias.
También original el hecho de que «M» formara parte de la trama de una manera tan «activa», y no como siempre, viendo los toros «desde la barrera».
Brosnan bastante bien (como es habitual), elegante incluso desde las profundidades del mar, en una escena al inicio del film que nos recordaba un poco a la de la lancha en «Vive y deja morir».
No me gustó, no obstante, que se desenvolviera la escena final dentro de un submarino, ya que también fue así en el largometraje anterior (lo que resta originalidad).
En cuanto a la «tara» del villano (por la que no siente dolor), creo que en la mencionada escena final se le podría haber sacado un mayor partido.
En resumen, buena película, buena trama y buenos actores en un film totalmente recomendable.
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Muere otro día (2002): De las mejores
Sinopsis
Desde Hong Kong a Cuba y a Londres, el agente 007 investiga los planes de Zao y del hijo del pacifista general Moon del ejército de Corea del Norte.
El MI6 sospecha que los proyectos de Zao pueden poner en peligro la estabilidad mundial, y esas sospechas se confirman cuando 007 descubre que Zao planea unificar los ejércitos de las dos Coreas para atacar Japón y enfrentarse a los Estados Unidos. Sin embargo, Bond es apresado y torturado por Zao.
Cuando Bond consigue escapar y llega a Londres, averigua que Gustav Graves, un misterioso millonario que tiene negocios con Zao, representa una gran amenaza para el mundo, pues ha fabricado un satélite que le permite dirigir la luz solar a su antojo.
Personajes
«Zao» (Rick Yune) y «Gustav Graves» (Toby Stephens) encarnan a los villanos principales de esta cinta, desempeñando ambos unos papeles de altísimo nivel.
También del lado del mal, tenemos al coronel «Moon» (Will Yun Lee), «el señor Kil» (Lawrence Makoare) y «Vlad» (Michael Gor).
La bella «Jinx» (Halle Berry), en un fantástico papel, nos recuerda con su salida del mar a la primera «chica Bond», Ursula Andress.
Le acompañan «Miranda Frost» (Rosamund Pike) y la profesora de esgrima (Madonna).
Judi Dench como «M», Samantha Bond como «Moneypenny», John Cleese como «Q», Colin Salmon como «Charles Robinson», Michael Madsen como «Falco» y Emilio Echevarria como «Raul», completan el listado de personajes principales.
Valoración
Se trata de una gran despedida de Pierce Brosnan como James Bond.
La conocida elegancia de Brosnan queda a un lado con este Bond desaliñado y torturado pero que es capaz de resurgir de sus cenizas (un matiz distinto, que me pareció muy acertado).
Halle Berry está espectacular (no tanto Rosamund Pike), a la altura de las grandes «chicas Bond» de la saga (y no solo por su salida del agua).
Los malos, por su parte, se encuentran a un buen nivel interpretativo.
Me encantó la inclusión de Madonna en la cinta, tanto a nivel musical (en la estupenda canción que interpreta) como fílmico (apareciendo como uno de los personajes).
Las escenas de acción están bastante bien conseguidas (impresionantes por ejemplo las escenas en el hielo del coche camaleónico, de lo mejorcito de la saga).
En general, muy buena puesta en escena, con un espectacular salto tecnológico y de efectos especiales que nos meten de lleno en el siglo XXI (salvo quizás la escena donde Bond escapa haciendo surfing, algo floja técnicamente).
En resumen, una película imperdible, distinta, que a mí desde luego me dejó un buen sabor de boca.
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Valoración Global
Como decíamos, Brosnan tuvo la virtud de poner por fin de acuerdo a crítica y público, convirtiéndose en el que, para muchos, fue el mejor Bond desde los tiempos de Connery.
Elegante como pocos, enérgico y a un gran nivel interpretativo, el irlandés nos ofreció 4 películas entre las cuales no podríamos decir que ninguna sea mala, sino al contrario, todas cuentan con un excelente nivel (lástima el sonido de «Goldeneye»).
El grado de esfuerzo físico en este tipo de películas es bastante alto, así que imagino que Brosnan se lo pensó 2 veces antes de interpretar de nuevo al personaje, máxime cuando visiblemente se le notaba ya bastante envejecido en la cuarta entrega.
En definitiva, excelente nivel de un Bond que generó muchas dudas sobre quién sería capaz de igualarlo.