Webipedia HD Tras los tutoriales anteriores en los que vimos las «Partes de una Pala de Pádel» y los «Tipos de Palas de Pádel», en la entrega de hoy nos centraremos en los tipos de empuñaduras existentes, tal que la utilización de una u otra variará ostensiblemente nuestra manera de jugar.
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Tabla de contenidos
Conceptos Previos
Antes de pasar a ver detenidamente cuáles son los tipos de empuñaduras que podemos utilizar en el pádel, vamos ver la definición propia de lo que es exactamente una empuñadura.
- Empuñadura: forma de coger la pala, dependiendo de lo cual podremos ejecutar los golpes de una forma diferente en función de la situación de juego y lo que queramos obtener con nuestro golpe.
¡Y ahora sí vamos a ello! En cuanto a los tipos de empuñaduras existentes, tenemos:
- Oeste de revés
- Semi-oeste de revés
- Este de revés
- Continental
- Australiana
- Este de derecha
- Semi-oeste de derecha
- Oeste de derecha
Teniendo en cuenta la orientación de la mano con respecto al puño de la pala, en la siguiente imagen podemos ver en formato gráfico cada una de estas empuñaduras.
Cada jugador es un mundo. Tal es así que algunos apenas cambian de empuñadura para realizar sus golpes, mientras que otros van variando entre las empuñaduras anteriores dependiendo de las circunstancias del juego y del golpe que pretendan realizar. De las anteriores, las empuñaduras más utilizadas son la continental, la este de derecha y la este de revés.
Por otro lado, y al margen de los tipos de empuñaduras anteriormente mencionados, podemos considerar estas empuñaduras según una clasificación un poquito más general:
- Empuñaduras abiertas: aquellas que tienden a «inclinar» (abrir) la cara de golpeo de la pala hacia el cielo. Son agarres que favorecen los golpes cortados desde el fondo.
- Empuñaduras cerradas: aquellas que tienden a «inclinar» (cerrar) la cara de golpeo de la pala hacia el suelo. Son sujeciones que favorecen golpes liftados desde el fondo.
En los apartados posteriores, veremos en profundidad las características de las empuñaduras de pádel más utilizadas (o populares) en la actualidad.
Empuñadura Continental
La empuñadura continental es la más polivalente en el pádel, ya que nos permite realizar cualquier golpe sin tener que perder tiempo en cambiar de empuñadura y facilita la realización del efecto cortado. Además, es la empuñadura que mayor libertad confiere a la muñeca.
Para coger la pala utilizando esta empuñadura, lo más sencillo es imaginar que la pala es un martillo, de manera que la «V» formada por el dedo índice y el dedo pulgar de la mano que sujeta la pala debe quedar en el medio del puño. También se suele decir que es como si diéramos la mano a alguien. Otra manera de «ejecutar» esta empuñadura, consiste en situar la pala con el canto hacia el suelo, y deslizar la mano abierta por el borde hasta llegar al mango.
Se trata de la empuñadura ideal para los jugadores de iniciación. Permite realizar un impacto más cerca del cuerpo, y realizar golpes más lineales (es decir, planos). Además, nos permite realizar todos los golpes básicos y favorece los golpeos por debajo de la cintura.
Empuñadura Este de Derecha
Permite realizar un golpe de derecha plano. Desde la empuñadura continental, si giramos levemente la mano dominante en el sentido de las agujas del reloj ya tendríamos esta empuñadura. Otra manera sería dejar la pala en el suelo y cogerla desde arriba.
Partiendo de esta posición, si giramos la mano el sentido de las agujas del reloj, las empuñaduras resultantes se utilizarían para realizar cada vez golpes más liftados de derecha. Por su parte, si giramos la mano en el sentido contrario a las agujas del reloj, las empuñaduras cada cada vez más el realizar golpes más cortados de derecha (y las más extremas nos ayudarían a sacar de derecha bolas muy pegadas al suelo).
Con esta empuñadura, el impacto se realiza más delante, con movimientos ascendentes. Permite imprimir a nuestros golpeos más potencia y efecto, además de meter más el canto en las bolas bajas de revés.
Empuñadura Este de Revés
Permite realizar un golpe de revés plano. Desde la empuñadura continental, si giramos levemente la mano dominante en el sentido contrario a las agujas del reloj ya tendríamos esta empuñadura.
Partiendo de esta posición, si giramos la mano el sentido contrario a las agujas del reloj, las empuñaduras resultantes se utilizarían para realizar cada vez golpes más liftados de revés. Por su parte, si giramos la mano en el sentido del las agujas del reloj, las empuñaduras cada cada vez más el realizar golpes más cortados de revés (y las más extremas nos ayudarían a sacar de revés bolas muy pegadas al suelo).
Con esta empuñadura, el impacto es más alto y adelantado, además de favorecerse el efecto en el remate x3. Por otro lado, permite meter más el canto en las bolas bajas de derecha.
Empuñadura Australiana
Mención especial merece la empuñadura australiana, que aunque no es tan utilizada como los anteriores tipos de empuñaduras de pádel, ofrece también ciertas ventajas. Es muy parecida a la continental, pero en esta ocasión la pala queda perpendicular al suelo y la mano del jugador mínimamente girada hacia la derecha. Para coger la pala utilizando esta empuñadura, ésta se coge como la continental (como si fuera un martillo), y con la pala inmóvil se realiza un pequeño giro de la muñeca hacia la derecha.
Sirve para enseñar el golpe de derecha en iniciación, para realizar remates planos o de derecha más fuertes, y para acelerar más la bola en la bandeja (aunque se cortaría algo menos que con la continental).
