Evidentemente, siempre habrá partidarios de Apple (y su iOS) y partidarios de Android, pero lejos de entrar en un debate sobre cuál de las dos tecnologías es mejor, sí que es cierto que a lo largo de los últimos años se han creado en torno a Android determinados mitos y leyendas que distan mucho de ser una realidad. En el artículo de hoy veremos algunas mentiras sobre Android para que, además de evitar que estés desinformado, puedas sacarle un mayor partido a tu dispositivo o, si no tienes uno, pierdas el miedo a adquirirlo (si fuera esa tu decisión). Las hemos dividido en 3 grandes grupos: mentiras en general sobre Android, mentiras sobre la batería de los dispositivos Android y mentiras sobre las prestaciones de los dispositivos.
Tabla de contenidos
Mitos y Leyendas sobre Android
1. Android fue creado por Google
Todos relacionamos Android con Google, y simplemente no nos imaginamos el uno sin el otro. De hecho, lo más lógico sería pensar que este sistema operativo móvil nació en las coloridas oficinas de Mountain View. No obstante, el sistema operativo más popular del mundo fue obra de Android Inc., una pequeña empresa de desarrollo de software que operaba en la sede de lo que en su día era (y todavía sigue siendo) el epicentro del boom de la tecnología de consumo: Palo Alto, California (Estados Unidos).
Tan pequeña era Android Inc., que fue fundada por solamente cuatro personas: Andy Rubin, Rich Miner, Chris White y Nick Sears. La empresa empezó a funcionar en el año 2003, y su objetivo era desarrollar un sistema operativo para móviles basado en Linux. Tan interesante era su proyecto que en 2005 esta pequeña empresa fue comprada por Google, el gigante del buscador que poco a poco estaba empezando a vislumbrar que el futuro de la tecnología cabía en el bolsillo. Dos años después de la compra, Google presentaba la primera versión de Android: Android 1.0 Apple Pie.
2. Un Xiaomi voy a tener que usarlo en inglés
A pesar de que el inglés es un idioma universalmente hablado, muchos usuarios no están dispuestos a que su terminal tenga que venir con una ROM en chino/inglés. En primer lugar, debes saber que las tiendas venden los Xiaomi con ROMs traducidas, por lo que si lo que más te preocupa de tu terminal es el idioma, esto no será un problema.
En segundo lugar, existe una inmensa comunidad de Miui, llamada «xiaomi.eu», en las que hay ROMs para absolutamente todos los terminales de Xiaomi. Estas ROMs simplemente son las oficiales, con el bloatware eliminado y con el multilenguaje incluído. Por último, debes saber que Miui suele lanzar versiones globales para sus dispositivos, aunque puede que no lo hagan desde el día de su lanzamiento (tarde o temprano, podrás usar tu Xiaomi con la ROM oficial en español).
3. Los Android no valen nada en la segunda mano
Es habitual escuchar a personas quejándose de que su móvil Android ha perdido mucho valor en el mercado de segunda mano, y algunos directamente aseguran que les compensa más dejarlo en el cajón que venderlo tras un año de uso. Si bien hay que reconocer que es difícil vender a un precio razonable un terminal Android que nuevo haya costado 150, 250 o 300 euros, en la gama alta la situación de la compra/venta es muy diferente.
Por ejemplo, un móvil que nos haya costado unos 550€, podemos venderlo después perfectamente por 400-450€ en una página de productos de segunda mano. Perdemos dinero en la operación, es evidente, pero sigue siendo un precio de venta muy razonable. Lo importante es realizar la venta en el primer año de vida del teléfono, ya que a partir de ahí el valor del móvil va a empezar a caer en picado en el mercado de la segunda mano, por la sencilla razón de que los terminales con Android acostumbran a recibir importantes renovaciones cada dos o tres años.
4. Estás obligado a usar las aplicaciones de Google
Otra afirmación también muy repetida es la de que en Android hay que utilizar sí o sí las aplicaciones de los servicios de Google (Chrome, Gmail, Google Maps, Google Fotos, etc.). Pese a que todos los móviles con Android deben traer necesariamente las aplicaciones de Google preinstaladas en el sistema (y la Comisión Europea ya ha acusado a Google de monopolio por ello), eso no quiere decir ni de lejos que haya que utilizarlas obligatoriamente.
Si no te gusta Gmail, puedes recurrir a Outlook o Yahoo Mail. Si no te convence Chrome, ahí tienes Firefox, Opera y otros tantos navegadores alternativos. Y en definitiva es así con cualquier aplicación que venga preinstalada en tu móvil.
5. Las ROMs de Xiaomi vienen cargadas de Bloatware
Miui viene con bastantes apps chinas que no podemos utilizar y que, aunque pudiéramos, seguramente no lo haríamos. La clave aquí es que todo ese bloatware se puede desinstalar desde el propio launcher, por lo que ni siquiera tendrás que recorrer el tedioso camino que a algunos le supone meterse en los «Ajustes > Aplicaciones» para borrar todo lo que no les gusta.
Se trata de aplicaciones que la firma nos permite eliminar y que no corren en segundo plano si nunca las abrimos, así que no vamos a tener ningún problema. Marcas tradicionales incluyen bloatware que no se puede eliminar, lo cual es más grave.
6. Android es Samsung
No son pocas las personas que, cuando le hablas sobre Android, se les vienen a la cabeza la surcoreana Samsung. Esto es debido a que las operadoras, cuestionando el conocimiento de sus trabajadores, a la hora de ofrecer dispositivos al público, te dicen que la gama Galaxy es la mejor si quieres un Android.
Sí que es cierto que, en las gamas altas, anteriormente había un predominio de Samsung, donde solía sacar las mejores novedades y los móviles más equilibrados. Sin embargo, en la actualidad hay otras marcas o alternativas a estos móviles, tanto de gama alta, como de gama media o media-alta. Otras firmas como Xiaomi, por ejemplo, lanzan productos espectaculares por muy poco dinero y que funcionan a las mil maravillas durante años.
7. Android no se actualiza
Eso no es cierto. Android se actualiza (y puntualmente) cada año, pero muchos fabricantes no se preocupan por ofrecer estas actualizaciones a los usuarios. Es más, la mayoría de grandes marcas que lanzan móviles de gama baja no los actualizan ni una sola vez.
Android sí se actualiza, pero para eso tienes que tener un móvil de la marca Google y, por ende, el famoso Google Pixel.
8. Todos los dispositivos con Android son iguales
No cabe duda de que Android es un sistema operativo que está en la mayoría de los terminales en el mundo, pero eso no quiere decir que todos los dispositivos con Android sean iguales (y es ahí donde entran en juego los fabricantes).
Cada fabricante añade una máscara propia de aplicaciones a sus dispositivos. Además, ¿no se podría decir lo mismo de Apple? Es decir, todos sus dispositivos llevan el mismo sistema operativo y sin diferencias entre ellos. Sin embargo, cada dispositivo trae consigo mejoras que su predecesor no tiene. Es por esto que no todos los dispositivos son iguales y cada uno tiene sus peculiaridades, y ahí es donde el público tiene para elegir.
9. Las aplicaciones de iOS generan más beneficios que en Android
En cuanto a los beneficios de los desarrolladores, se tiende a decir que en la App Store de iOS se obtienen más ingresos que en la Play Store. Esto no es totalmente cierto.
Dentro de la App Store, los desarrolladores obtienen dinero por ventas completas de su software o bien por compras in-app, mientras que en la Play Store, muchos de los beneficios que obtienen son gracias a la publicidad incorporada en sus aplicaciones. Algunos pensarán que prefieren una aplicación completa y sin publicidad, aunque por otro lado, habrá quien prefiera disponer de una buena aplicación de forma gratuita y con un poco de publicidad.
10. Android tiene muchas vulnerabilidades
Muchas personas comparan Android con iOS, y aseguran que el sistema operativo móvil de Google tiene tantas vulnerabilidades de seguridad que supone una amenaza para los usuarios. La realidad es bien diferente. Android sí es un sistema seguro, y no hay que dejarse engañar por los eventuales fallos de seguridad que se descubren en algunas versiones. En Android 7.0 Nougat ya quedaron corregidas la gran mayoría de las vulnerabilidades que se han descubierto en los últimos años, y cualquiera que tenga un teléfono con esta versión (o incluso con Android 6.0 Marshmallow) puede estar completamente tranquilo.
Bien diferente es el asunto de la fragmentación. Si bien las últimas versiones de Android corrigen prácticamente todos los problemas de seguridad críticos, de nada sirve toda esta protección si resulta que todavía quedan millones de usuarios utilizando Android Jelly Bean, KitKat o Lollipop (esas sí son versiones con importantes fallos).
11. Las aplicaciones están cargadas de malware
En la actualidad, la gran mayoría del malware para el sistema operativo de Google está camuflado en aplicaciones maliciosas que se distribuyen a través de tiendas no oficiales. Esto ocurre muy rara vez en sitios como Google Play Store y Samsung Apps, tiendas que tienen control sobre los procesos de publicación de aplicaciones, lo que les permite garantizar que las descargas sean seguras.
Google se toma muy en serio la seguridad en sus smartphones, por lo que revisa todas las apps que se ponen en circulación a través de Play Store, y retira las que podrían estar infectadas con algún tipo de virus para que no tengas nada que temer si eres usuario de Android.
12. Un móvil con Android no dura más de 1 año
Esto tampoco es cierto, en parte. Al igual que las actualizaciones, un fabricante que no actualice hace que el software de tu móvil se vuelva inusual, y eso acorta el ciclo de vida de tu smartphone. Ahora bien, hay móviles (como los Xiaomi, con MIUI, Huawei, con EMUI, o capas de personalizaciones mucho más sencillas como las del Moto G, etc.) que aguantan muy bien el tirón con el paso de los años, y no se vuelven lentas o inusuales. Sí que hay fabricantes que lo han hecho mal, pero nada tiene que ver con Android.
En realidad, lo que es Android stock en sí, va genial. La fragmentación ha llevado a los usuarios a mirar a Android con otros ojos muy diferentes, pero si te compras un Android de verdad, un Pixel o algún móvil que tenga un serio compromiso con el software, comprenderás que todos estos mitos sobre Android son falsos. Apple tiene una gran ventaja con el iPhone, y es que solo ellos lo fabrican y, por lo tanto, controlan todos los dispositivos que salen con este sistema. En el caso de Android esto es totalmente diferente, ya que los fabricantes nuevos pueden hacer auténticas chapuzas con sus terminales (y Android no tendrá nada que ver en esto).
13. Por menos de 150€ no compras ningún móvil decente
Mucho han cambiado las cosas desde los años 2012 o 2013 en el mercado Android. La entrada de nuevos fabricantes en el mercado de los móviles ha hecho que el precio medio haya caído en picado en cuestión de pocos años. Es cierto que para encontrar un móvil que ofrezca algo más que lo básico hay que dedicar 150, 200 o 250 euros a la inversión, pero cada uno de esos euros ahora se traduce en un terminal con unas características a años luz de lo que ofrecían móviles de ese mismo precio hace años.
Eso por no hablar de las alternativas chinas. Si se amplía el abanico de la compra a marcas como Xiaomi o Meizu, las alternativas alrededor de los 100 euros que se pueden encontrar cumplirían los requisitos incluso de los usuarios más exigentes.
14. El teclado en Android es difícil de usar
Utilizar un teclado que viene preinstalado en un teléfono de pantalla táctil puede convertirse en una pesadilla para muchos usuarios, sobre todo cuando vienen de un dispositivo con teclado físico. Algunos incluso no se acostumbran nunca, y pierden la oportunidad de sacarle todo el provecho a su dispositivo móvil.
Lo que muchos no saben es que en Android existen diferentes aplicaciones que ayudan a mejorar la experiencia del usuario con el teclado en una pantalla táctil, pues están diseñadas para que introducir texto en su equipo sea más fácil, cómodo y rápido. En Google Play Store se pueden encontrar desde aplicaciones como SwiftKey (que deduce lo que el usuario va a escribir averiguando lo que ha escrito en sus blogs y redes sociales) hasta herramientas como Swype (que permite deslizar los dedos entre las teclas hasta terminar una palabra).
15. Android y Mac son incompatibles
No es cierto que Android y Mac OS no se entiendan bien. Aunque no son mutuamente compatibles, tanto Mac como Android se llevan bien con Google en términos de sincronización de archivos en la nube. Aspectos como los contactos, el correo electrónico y los calendarios que funcionan en la plataforma de Google, se entienden bien con Mac OS. Por eso, estas utilidades funcionan de forma transparente entre tu ordenador de Apple y tu móvil: los cambios que se hagan en uno de los dispositivos aparecen reflejados en todos los demás sin que tengas que hacer nada.
Si tienes un dispositivo Android y quieres sincronizar los datos que mencionamos anteriormente con tu Mac, lo más importante es que sincronices tu cuenta de correo de Google con tu dispositivo móvil. Si ya lo hiciste, lo siguiente es sincronizar tu cuenta de Google con tu Mac, exportando tus calendarios y contactos a tu equipo. Además, se puede transferir archivos fácilmente mediante «File Transfer para Mac» que ofrece Android.
Mitos y Leyendas sobre tu Batería
1. No es bueno dejar el smartphone cargando toda la noche
Ante la omnipresencia del móvil en nuestro día a día y su constante consumo de batería, son muchos los usuarios que dejan el terminal cargando toda la noche mientras duermen. Sin embargo, esto no tiene por qué ser perjudicial para el móvil: el flujo de carga está controlado, y por tanto no debería haber problemas en cuestión de seguridad. Eso sí, hay que tener en cuenta que un smartphone es un dispositivo que está diseñado para ser móvil y, por tanto, para no estar conectado a la red eléctrica durante largos períodos de tiempo. Por ello, no es recomendable dejar cargando un teléfono más de 24 horas.
En cualquier caso, los smartphones (que son teléfonos inteligentes) tienen todo este asunto bien calculado. Cuando el dispositivo detecta que la batería está cargada detiene el flujo de energía, por lo tanto no importa que esté enchufado. Es más, hay teléfonos tan inteligentes que al alcanzar el 80% de la carga total de la batería moderan la electricidad e inician un «goteo» más moderado hasta que la carga está completa. Así que los que enchufan el móvil cuando se van a dormir pueden estar tranquilos (sus baterías están a salvo).
2. Cargadores de terceros arruinan la batería
Esta afirmación no es falsa del todo. Sí que podemos utilizar un cargador de otro móvil, pero los fabricantes siempre recomiendan hacer uso del cargador y cable originales, especialmente con terminales que hacen uso de la carga rápida. Según los fabricantes, esto es así porque al conectar el cargador se establece una comunicación teléfono/cargador que controla el flujo de corriente, mide picos de voltaje y temperatura. Por tanto, no solo se optimiza sino que (según los fabricantes) se consigue una carga mucho más segura.
En cualquier caso, mientras el cargador haya sido homologado y esté aprobado para su uso, no hay ningún problema. Dicho de otra forma, usar el cargador del móvil viejo está bien y no va a dañar la batería del smartphone. Otra historia son los cargadores baratos que se compran en bazares y tiendas de artículos orientales. No necesariamente van a explotar. Sin embargo, al no tener ninguna garantía, basta alguna tara de fábrica para que algo reviente o se ponga a arder.
3. Los cargadores rápidos no valen para todos
Si disponemos de un móvil que no admite carga rápida y queremos usar un cargador que sí la incorpore, podemos hacerlo sin problemas. De hecho, un móvil que no soporta carga rápida «pedirá» al cargador el flujo de corriente que necesite.
Los expertos indican al respecto que simplemente hay que asegurarse de contar con un sistema de voltaje adaptativo para que se ajuste al tipo de dispositivo, ya que existen dos formas de acelerar la carga del teléfono: aumentando el voltaje de carga, o utilizando una tensión más baja y una corriente más alta.
4. La batería nunca se desgasta
Independientemente de la capacidad de la batería de nuestro móvil (mAh), la vída útil de una batería está determinada en buena medida por los ciclos de carga. Estos se refieren a la carga y descarga completa de un terminal, es decir, la que va del 100% al 0%. La pregunta es: ¿cuántos ciclos aguanta una batería antes de desgastarse con el tiempo?
Según los expertos, a partir de los 300 ciclos la batería empezará a degradarse, con lo que perderá un porcentaje de su capacidad. Es decir, hablamos de unos 300–500 días de uso sin que la batería se empiece a resentir si la cargamos (totalmente) una vez al día.
5. La duración de la batería depende de los mAh
La autonomía de los móviles de hoy en día depende de la capacidad de la batería, es decir de los miliamperios por hora (mAh). Por regla general, la media de una batería decente está en torno a los 3.000 mAh. Sin embargo, esto no significa que todos los smartphones tengan el mismo periodo de autonomía, ya que influyen (y mucho) otros muchos factores.
Por hacernos una idea, algunos de estos factores serían: la configuración y prestaciones del terminal, el uso y horas de pantalla que hagamos (de hecho, el panel es el apartado que más consume), el brillo de la pantalla, la conectividad (GPS, 4G, WiFi, etc.), las aplicaciones que tengas instaladas y corriendo en segundo plano, el uso que estés haciendo de tu dispositivo (por ejemplo, los juegos consumen una batería mayor que por ejemplo un servicio de mensajería instantánea como WhatsApp), los widgets, etc. Si nos adentramos un poco en el mundo del root, podremos encontrarnos con ROMs de Android modificadas y aplicaciones que pueden bloquearnos ciertas aplicaciones en segundo plano para que no mermen nuestra batería aún estando cerradas.
6. Hay que esperar a que llegue a cero para cargarla
Este es el fantasma del pasado volviendo a nosotros para atormentarnos, una y otra vez. El miedo a que nuestras baterías se «vicien» por el efecto memoria, tenía sentido con las baterías de níquel y cadmio (NiCd) o las de níquel y metal híbrido (NiMH), pero esta tecnología está pasada de moda. En la actualidad, la mayoría de las baterías del mercado son de iones de litio y no se pueden «viciar». No hay trampa ni cartón, sencillamente debemos superar y olvidar este mito sobre las baterías.
Esto no lo hace casi nadie, porque no estamos dispuestos a quedarnos sin móvil durante horas, pero es que además tampoco es conveniente. De hecho, las baterías de litio dan problemas si se descargan totalmente. Por ello, el mejor momento para enchufar el cargador es cuando tu dispositivo te indique que la batería está baja, para eso es el aviso de «batería baja».
7. Hay que cargarla muchas veces para que dure más
También existe la leyenda urbana de que es mejor cargar el móvil poco a poco, en muchas ocasiones, para cuidar más la batería.
La realidad es que el litio de las baterías pierde propiedades con el tiempo, por lo que, si lo tenemos constantemente enchufado, lo único que haremos será dañarla y perder rendimiento de la batería.
8. La primera carga tiene que llegar al 100%
Es importante que cuando estrenamos móvil Android, tengamos batería suficiente para que se realicen todas las actualizaciones, de ahí esta leyenda urbana.
No obstante, si lo desconectamos cuando esté al 80% ó 90%, no tendremos ningún problema (ni con la batería, ni con el dispositivo).
9. No hay que utilizar el móvil mientras se carga
Si el plan es cargar el smartphone en el enchufe que está cerca de la bañera y pretendemos darnos un baño relajante mientras jugamos al Candy Crush, entonces existe un peligro real al usar el móvil mientras se carga. Si no hay riesgo de electrocutamiento, adelante, no hay nada que temer.
Por otra parte, usar el móvil mientras está enchufado dilatará el proceso de carga. La pantalla y los otros componentes del móvil consumirán la energía que se va almacenando en la batería, con lo que tardará mucho más tiempo en llenarse por completo.
10. Se carga más rápido en modo avión
En realidad, el modo avión no influye en el proceso de carga del smartphone, pero al desactivar el WiFi y la red 3G el teléfono, consumirá menos batería y, como consecuencia, se cargará antes.
Utilizando el modo avión podemos acelerar hasta un 10% la carga del terminal, pero tendremos que sacrificar las conexiones a Internet y no podremos recibir llamadas. Siguiendo esta lógica, con el teléfono apagado también podremos abreviar la carga.
11. Se carga más lento en el PC
La velocidad de carga del móvil depende de la potencia eléctrica del cargador y, en este caso, de las especificaciones técnicas del PC al que se conecte el smartphone. Por regla general, un cargador es más rápido porque su vatiaje permite recargar antes la batería.
Por ejemplo, un cargador convencional tiene 5 vatios aproximadamente, mientras que un puerto USB del ordenador tiene 2,5 vatios (es decir, la mitad de potencia eléctrica). Por tanto, la lentitud de carga no es por el PC, sino por el vatiaje de los puertos.
12. Cargar el móvil acaba arruinando la batería
Esta afimación tiene una parte de verdad. Cualquier dispositivo o componente se degrada con el uso (y las baterías también). La vida útil de las baterías se mide en ciclos de carga, pero esto no tiene nada que ver con las veces que se enchufe el dispositivo.
Si se carga el dispositivo en dos tandas (primero el 40% de la capacidad y después otro 60%), hasta llegar al 100%, esto contará como un ciclo de carga y no dos. Por lo tanto, las baterías de iones de litio se degradan con el uso, sí, pero no tan rápido como podría parecernos.
Mitos y Leyendas sobre Prestaciones
1. Una pantalla 2K/4K es mejor que una Full HD
Una mayor resolución de pantalla asegura una mayor definición y, por tanto, una mejor experiencia de usuario. No obstante, no es tan importante como que el terminal incorpore un panel de calidad. Y es que es muy importante tener en cuenta factores como el de la tecnología empleada (IPS, Super Amoled, Retina, etc.), así como el equilibrio de color, la saturación, contraste, ángulos de visión, etc.
Además, en una pantalla de poco más de 5 pulgadas (pequeña si la comparamos con un televisor), ¿se nota realmente la diferencia de densidad de píxeles en un panel 2K y en uno Full HD? Los usuarios más exigentes seguro que lo harán, pero otros muchos seguro que no. Por otro lado, una mayor resolución de pantalla precisa de un procesador más potente, consume más batería, etc.
2. A mejor procesador, más rapidez
La lógica dice que esto debería ser así, pero no lo es siempre. Y es que la información técnica que se ofrece de un terminal no siempre hace honor a la realidad (o al menos no lo hace de forma concreta).
Pongamos un ejemplo. De nada sirve comprarse un móvil con un procesador de última generación, con muchos núcleos y una alta frecuencia de reloj, si la capa de personalización del fabricante y/o el software no están optimizados e incorpora por defecto multitud de aplicaciones inservibles. Todo ello, limitará el rendimiento y velocidad del terminal.
3. A más RAM, mayor fluidez
La memoria RAM es otro de los componentes que más se tienen en cuenta a la hora de hablar de fluidez en un móvil. Pero, ¿realmente es necesario un móvil con 4-6GB si apenas vamos a tener abiertas a la vez tres aplicaciones sencillas y 2 pestañas en el navegador?
Una buena cantidad de RAM será necesaria (y se notará mucho) en el rendimiento del día a día cuando se haga uso de la multitarea, es decir, se abran a la vez muchas aplicaciones o varios juegos de gran exigencia gráfica. Por el contrario, para un usuario básico, 2-3GB de memoria RAM serán más que suficientes, ya que la diferencia será imperceptible.
4. A más resolución, mejor cámara
Muchos usuarios aún siguen pensando que la calidad de una cámara móvil depende de la cantidad de megapíxeles (a mayor cantidad, mejor cámara). Nada más lejos de la realidad, ya que la cantidad de megapíxeles hace referencia a la resolución, es decir, a la definición. Por tanto, cuanta más resolución, más podremos ampliarla sin pérdida de detalle (pero poco más).
En realidad, si la imagen original ha salido desenfocada, muy oscura o con demasiado grano, de nada nos servirán los 16 megapíxeles de turno. Aspectos como el sensor, la apertura focal, el autoenfoque o el procesamiento de las imágenes, resultarán esenciales para obtener una buena instantánea. Sobre todo es la calidad del sensor la que verdaderamente puede ayudarnos a sacar una mejor o peor imagen, ya que es el encargado de captar la luz, de determinar el tamaño de la fotografía, la resolución y la profundidad de campo (entre otras funciones).
5. Lentitud y poca fluidez
Otro de los mitos acerca de Android es que es lento, con poca fluidez y que, además, las aplicaciones se interrumpen continuamente sin dejar usar correctamente el dispositivo. Esto, si hablamos de un dispositivo de gama baja o media-baja, podría ser cierto, pero por las prestaciones que trae consigo y si le hemos instalado demasiadas aplicaciones que consuman memoria.
En el caso de las interrupciones, las aplicaciones en Android se han labrado la fama de ser bastante estables si están bien optimizadas por los desarrolladores. Si la aplicación se interrumpe continuamente, no tiene porqué ser problema del sistema operativo, ya que puede ser una mala optimización a Android por parte del desarrollador que la creó. Además, un estudio de Forbes demuestra que las aplicaciones en iOS sufren más interrupciones y problemas que en Android.
6. Los dispositivos pierden la memoria
No, tu teléfono no pierde la memoria durante el corto periodo de tiempo que va desde que miras la caja para asegurarte de que el teléfono que has comprado es el modelo de 16GB, hasta que lo enciendes y compruebas que realmente tan solo tienes 8GB libres.
El asunto es que la memoria de almacenamiento que se encuentra a nuestra disposición nunca se corresponde con la que marcan las especificaciones del smartphone. Esto es debido a que, en esta memoria interna, deben albergarse archivos propios del sistema operativo, así como aplicaciones que vienen preinstaladas y que atienden a la personalización y características propias del teléfono.
7. Android necesita un administrador de procesos
Es cierto que los administradores de procesos tienen un puesto alto en cuanto a número de descargas, pero es más el «boca a boca» de la gente que las necesidades lo que lleva a una persona a instalar este tipo de aplicación en su dispositivo.
La realidad es que el administrador cierra algunas aplicaciones que posteriormente se vuelven a abrir, ya que forman parte del sistema operativo. Además, instalar este tipo de aplicaciones puede penalizar el rendimiento y el uso de memoria de tu dispositivo.
8. Es necesario cerrar las aplicaciones en Android
Este mito tiene mucho que ver con el anterior. Muchos creen que es necesario cerrar manualmente las aplicaciones que han utilizado con el fin de que su dispositivo funcione de forma mas rápida.
Aunque, como sabemos, existen herramientas en Google Play Store que permiten que los usuarios administren las aplicaciones que están abiertas y no están utilizando en el momento, no es necesario que descargue estas herramientas en su equipo. El mismo sistema operativo de Google se encarga de gestionar las aplicaciones y, en el momento en que necesita liberar memoria, las cierra de forma automática, por lo que puedes estar tranquilo si no has descargado ninguna herramienta para administrar tus aplicaciones.
9. Es necesario instalar un antivirus
Usar un antivirus en Android no es útil, ya que lo único que hace es gastar recursos, batería e incluso dinero si te lo compras.
El mejor antivirus para Android es el sentido común y, si haces un poco de caso a la hora de instalar APKs de forma externa, no vas a tener problemas. Es cierto que en Google Play a veces también se cuela malware, pero este malware no va a ser detectado por tu antivirus, así que no te servirá de nada. En definitiva, no descargues aplicaciones extrañas, y será muy raro que te infectes.
10. Las mejores aplicaciones llegan primero a iOS
Dicen las malas lenguas que Android es un sistema operativo de segunda en lo que al lanzamiento de nuevas aplicaciones se refiere (que primero está la App Store, y en segundo lugar viene Google Play). Eso, para empezar, choca de frente con las cifras de cuota de cada sistema operativo que se manejan en los móviles. De hecho, en España, más del 90% de los móviles que se venden cada trimestre corresponden a terminales con sistema operativo Android. Por tanto, si una aplicación quiere tener la máxima popularidad, su lanzamiento en la tienda de Google Play es un requisito imprescindible.
Es cierto que se dan casos de aplicaciones que llegan primero a iOS y, después, tras algunas semanas, desembarcan en Android. Incluso hay aplicaciones que nunca llegan a la tienda de Google Play. Pero se trata de casos puntuales, y los desarrolladores son los primeros interesados en que su aplicación esté disponible en cuantas más plataformas mejor. Además, la App Store tiene muchas más restricciones en cuanto a la publicación de aplicaciones en su market para afianzar la seguridad de su sistema, mientras que Google Play ofrece cierta flexibilidad, por lo que habrá aplicaciones que ofrezcan ciertas funciones interesantes y que nunca estén en la App Store a causa de sus restricciones.
11. Android es muy complicado
La excusa que acostumbran a utilizar los usuarios de un iPhone para no pasarse a Android, incluso aunque se sientan atraídos por el diseño de algunos móviles modernos, es que Android es muy complicado. Estas personas realizan su afirmación teniendo en mente la interfaz de iOS: una única pantalla principal en la que solamente aparecen los iconos de las aplicaciones (sin widgets ni añadidos de ningún tipo). Es cierto que pasar de iOS a Android requiere acostumbrarse a una interfaz diferente, pero de ahí a que sea más complicado hay un mundo de distancia.
Desde hace años, versiones como la de Lollipop, Marshmallow o Nougat traen un diseño de interfaz estándar al que resulta muy fácil adaptarse independientemente del sistema operativo del que se proceda. Lo que sí es complicado lo es son las capas de personalización, y no por su diseño, sino porque cada fabricante introduce una capa diferente en sus móviles.
12. En un Xiaomi no se puede instalar un launcher alternativo
En general, lo único que debes hacer es bajarte el launcher que quieras y ponerlo como predeterminado en los ajustes.
Darle un permiso de ejecución predeterminada a una aplicación es algo que hasta el usuario más estándar podría hacer. Así que tranquilo, porque podrás usar tu lanzador favorito en tu terminal de Xiaomi sin ningún problema.